Reordenamiento vial: Se estanca la planificación en la capital

En una ciudad amurallada por torres de concreto hay miles de conductores procedentes del Este, Norte y Oeste que sufren a diario los efectos de una escasa planificación gubernamental que les permita movilizarse sin traumas.

A medida que avanzan hacia la pujante ciudad de 2,031.2 km cuadrados, crecen las incomodidades: hallar un estacionamiento es otro desafío.

La Asociación Panameña de Distribuidores de Autos (Apadea) reveló que en los primeros cinco meses del año habían ingresado 25,493 vehículos nuevos al parque vehicular que suman los 900,000 autos reportados por la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT).

'No es más que como una gran plaza repleta de carros locos que entran a pelearse un puesto en esta ciudad de concreto' es la metáfora que utilizan los urbanistas para ilustrar el problema.

Llegan a la conclusión de que con doce proyectos culminados y cinco mil autos nuevos ingresando por mes al parque vehicular, no hay proyecto vial que resista. Presentan como única salida la planificación permanente y la construcción continua de vías que se interconecten.

Pero allí está el escollo. Cuando empiezan a revisar el plan quinquenal del Ministerio de Obras Públicas (MOP) no encuentran un plan que dé continuidad al proyecto de reordenamiento vial que apacigüe a corto y largo plazo la congestión vehicular.

Por el contrario, si se toma en cuenta que por año ingresan 60,000 autos nuevos, al término de la gestión del gobierno del 'Pueblo Primero' existirán 300,000 vehículos adicionales en las mismas infraestructuras viales.

El urbanista Álvaro Uribe está seguro de que mientras se construyan más vías de interconexión, más fluidez existirá en la ciudad. "Construir barriadas amuralladas con garitas de ingreso exclusivo lo que hace es embotellar áreas", cuenta.

Sugiere a las autoridades cambiar la filosofía de construir ciudades pensando en autos, sino en el transporte público.

Dentro del plan quinquenal del MOP, solo aparece con incidencia directa en la circulación de la ciudad la depresión de la Vía España y la construcción de una rotonda para distribución de flujos en la ave. 12 de Octubre.

Para los sitios de acceso a la ciudad aparece la construcción de un enlace transversal entre los corredores Norte y Sur, la construcción de la carretera Howard-Centenario y el tercer acceso a la ciudad de Panamá vía autopista Arraiján-La Chorrera.

El resto de los proyectos se pensaron para las afueras de la ciudad y el interior el país. La rehabilitación y ensanche a cuatro carriles de la carretera Pedregal?Gonzalillo (corredor de los pobres); rehabilitación de la calle de Chivo Chivo con 6 kilómetros de longitud, la expansión de la Panamericana en Darién (Aguas Frías ? Santa Fe ? Yaviza), la construcción de la carretera que comprende el tramo El Chungal ? Caimitillo Centro con una extensión de 3.6 km de longitud y la construcción de una costanera desde Río Hato hasta la comunidad de Parita, en Herrera, son algunos de los proyectos en la agenda del MOP.

Aun cuando existen pocas demostraciones de mejoras en el tráfico vehicular con proyectos de reordenamiento vial, la ATTT reconoce que los tiempos de circulación a través de los aforos mejoraron del 10% al 30%.

Continuar con los diseños urbanísticos para interconectar los puntos de mayor circulación debe ser política de Estado, es la propuesta del arquitecto Boris Aguilar, diseñador de la Cinta Costera 1 y 2.

Continuar huérfano de un plan estatal que mejore la circulación representa para la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, pérdidas a la economía. A través de encuestas, el gremio determinó que los tranques le cuestan mensualmente $25.7 millones al sector comercial.

En el Municipio de Panamá, donde arman un Plan Maestro de Desarrollo Urbano, el director de Planificación Urbana, Manuel Trute, indica que las incomodidades responden a un déficit generacional de 20 años en la creación de espacios públicos que hoy estallaron y asfixian a la población.

Trute dice que el resultado de escasa visión de futuro generacional dio como resultado que las infraestructuras, autos y población compitan en un globo de terreno que ahora los mantiene en un hacinamiento.

Frente a eso, en el plan quinquenal de la administración pasada se planificó la construcción de 23 interconexiones de las cuales se concluyeron 12 con una inversión que superó los $1,700 millones.

El resto de los proyectos, entre los que se planteó construir un viaducto en Vía Brasil-Vía España, el eje de la avenida Martín Sossa, otro puente en la Avenida La Paz-Calle Santo Domingo, Simón Bolívar-12 de Octubre, y 12 de Octubre-Vía España quedaron pendiente, según declaraciones de Carlos Ho, exdirector de proyectos especiales del MOP. "No se lograron realizar, ya que apenas se ha podido actuar en 12 puntos, en los que está incluida la rehabilitación del Puente de las Américas, la segunda fase de la autopista Alberto Motta Cardoze (culminada) y la rehabilitación y ensanche de la Autopista Arraiján-La Chorrera, en desarrollo, contó.

Con calles atestadas en autos, los planificadores insisten en que es necesaria la continuidad de las obras. También hay propuestas que no desaparecen como la circulación controlada.

El urbanista José Batista cree que se deben impulsar restricciones gubernamentales para el uso de los autos propios, como la implementación del famoso "pico y pala".

El flujo de propuestas navega entre las intenciones sueltas de hallar un alivio al problema. Por ejemplo, la vicealcaldesa Raisa Banfield contó que la dirección desarrolla un estudio para identificar los puntos críticos de circulación de autos para crear los incentivos necesarios en la construcción de estacionamientos, utilizar lotes baldíos mientras se ubican estructuras a largo plazo".

También se hicieron gestiones en Colombia, en ciudades como Medellín, para copiar modelos del manejo integrado del sistema de transporte, recolección de los desechos y ordenamiento territorial.

Mientras los responsables de gestionar modelos y estructuras de movilización vehicular no avanzan los conductores 'cruzan los dedos' a diario para que haya menos colisiones en las vías que complique el tráfico.