Ante la reapertura del expediente de la desaparición de Héctor Gallego, ocurrida en 1971, la policía y el Ministerio Público detienen al condenado en 1994.
“La Iglesia panameña ha exigido justicia no solo para Héctor, sino para todos los desaparecidos en todos los tiempos, cuyas voces aún claman desde el olvido”.