Fiebre amarilla: ¿Por qué el Minsa pide vigilar a los monos en Darién?
Los monos no transmiten la fiebre amarilla, generalmente cuando hay brotes en el bosque, los primeros que caen moribundos son ellos, alertando al hombre.
Los monos aulladores son especies centinelas. Foto: FCPP
El Ministerio de Salud (Minsa) ha fortalecido la vigilancia epidemiológica de la fiebre amarilla en Panamá, tras los casos reportados recientemente en Colombia.
Blas Armién, jefe de Epidemiología del Minsa, recalcó que en el país se ha solicitado a las regiones de salud estar preparadas en términos de vacunación y diagnóstico.
Además, el experto aboga por la colaboración de las comunidades campesinas e indígenas ubicadas cerca de la frontera con Colombia, a través de la vigilancia de los primates no humanos (monos).
"Se ha alertado sobre la vigilancia de los primates no humanos, de los monos. El mono aullador es nuestro centinela, por eso advertimos a las comunidades campesinas e indígenas, particularmente en Darién, Guna Yala y Panamá Este para que estén pendientes si en las tropas de monos que están pasando hay muertes inexplicables, es decir muertes de muchos monos en ausencia de violencia", expuso.
Armién reiteró que los monos son centinelas, por lo que la participación de la comunidad en esta dirección es fundamental.
Monos, aliadosLos monos no transmiten la fiebre amarilla, al igual que los humanos son afectados por este virus, que es transmitido por la picadura de un mosquito infectado. En este caso, los monos darían una alerta a los humanos.
El primatólogo Pedro Méndez-Carvajal explica que las especies centinelas son aquellas que se monitorean y basado en si están saludables o no se puede determinar si hay algún tipo de virus rondando.
“Los monos han sido indicadores para posibilidades de una futura propagación de fiebre amarilla en población humana, porque al ellos tener una anatomía bastante similar a la nuestra, podrían ser contagiados por el virus. Generalmente cuando hay brotes en el bosque, los primeros que caen al suelo moribundos son ellos”, explicó Méndez-Carvajal a Panamá América.
El biólogo recordó que, durante la construcción del Canal, esta observación (de muertes de monos) permitió detectar brotes de fiebre amarilla y salvar vidas humanas.
Méndez-Carvajal precisó que como país de tránsito se recurre a la observación de monos. En los casos en los que se observan situaciones irregulares, el Instituto Conmemorativo Gorgas es quien rápidamente busca estos cadáveres y si tienen menos de 24 horas les revisa el hígado y puede determinar si la causa de la muerte ha sido por virus. El mono aullador y el araña son principalmente especies centinelas.
El docente universitario calificó como positiva la vigilancia de primates no humanos establecida por el Minsa, sobre todo considerando que Panamá es una zona de tránsito y la migración abrió rutas por el tapón del Darién.
“Los vectores son mosquitos y ellos usan esas trochas por donde la gente pasa y poco a poco van filtrándose hacia las poblaciones que están más cerca de Panamá”, comentó.
En Colombia se han reportado 74 casos de fiebre amarilla con 34 defunciones, lo que significa que 46% de los enfermos con cuadros graves fallece.
Esta situación, a juicio de Armién, es preocupante. Advirtió que para Panamá sería grave que se presentaran casos en zonas selváticas y en la urbe.
En este sentido, Armién recalcó que el Aedes aegypti, uno de sus principales transmisores, es un insecto formidable capaz de transmitir fiebre amarilla, dengue, Chikungunya y Zika.
En el caso de los monos, ellos habitualmente son picados por mosquitos silvestres de las especies Haemagogus y Sabethes.
El Minsa estará garantizando la vacunación de todas las personas que se desplacen a zonas de riesgo, especialmente por motivos laborales o de turismo ecológico, si no residen en dichas áreas.
En Panamá, según el Minsa, desde 1974 hasta la fecha no se han notificado casos en humanos, y desde 1978 no se han notificado brotes en primates no humanos.