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Buenas noches o buena noche?
Ariel Barría Alvarado (Profesor de lengua y litera - Publicado:
Además de la plurisemia, o polisemia, de la que hablamos los dos domingos anteriores, hay otras características de las que se vale la lengua para afinar significaciones, ampliar su alcance, ahorrarse palabras, o pintar mejor alguna descripción...Uno de esos recursos es el que representan las “frases hechas”, expresiones con significado específico, comprensibles para los usuarios de la lengua, pero indomables a la hora en que se quiera pasarlas por el tamiz de la lógica.Leamos lo siguiente:“Ese Mario vale lo que pesa.Él trabaja entre gente que hacen su torta y después le echan a uno el muerto; conozco como la palma de mi mano a sus colegas y por ninguno de ellos metería la mano al fuego.Suerte que él no es de los que se dejan colgar un sambenito así por así, qué va.En estos días descubrieron un pastel en su institución, y los jefes pusieron pies en polvorosa, dizque porque no querían quedar en tela de juicio; pero Mario no se anduvo por las ramas y le cantó las verdes y las maduras al ministro, le explicó que ahí había gato encerrado, que no todo lo que brillaba era oro.Si no es por eso lo agarran de chivo expiatorio...Pobrecito, el único que pudo cantar victoria en ese departamento fue él.Por eso ayer tiró la casa por la ventana; ahora anda por ahí, hecho unas pascuas”.El párrafo anterior causaría un dolor de cabeza a quien quisiera traducirlo, y para hacerlo tendría que recurrir a aproximaciones lingüísticas que es probable que no guarden mucha similitud formal con el original.Es que se trata de un fragmento en el que hemos empleado varias “frases hechas”, las que usamos porque sí, sin necesidad de explicaciones, porque las heredamos de tal manera y las reconocemos por fuerza de la costumbre.Insisto: son construcciones que no usamos según su recta significación, sino haciendo alusión a situaciones cuyas raíces se remontan a veces a un hecho histórico que la mayor parte de las veces ya hemos olvidado o simplemente desconocemos.Con esto quiero decir que no es apelando a la Gramática, o al sentido común, que vamos a entender o a explicar una de estas frases (“sacar los trapos”, por ejemplo; “hacer leña del árbol caído”; “buscarle la quinta pata al gato”…).En ese orden de expresiones caen los “Buenos días”, las “Buenas noches”, las “Buenas tardes” que solemos dar; todas son expresiones correctas.No es arguyendo que “estamos refiriéndonos a un momento concreto” o algo parecido como vamos a desvirtuarlas, a favor de “Buen día”, “Buena noche” o “Buena tarde”, que no son incorrecciones tampoco, aunque el uso ha acuñado con preferencia las primeras.En resumen, pueden vivir en paz ambas tendencias, la mayoritaria y la minoritaria; lo que no es correcto es que los usuarios de una denigren o rechacen a los que usan la otra.Y si hay que usar un fundamento legal para tal aseveración, citemos entonces al Diccionario Panhispánico de Dudas, de la Real Academia Española de la Lengua, que dice: “La fórmula de saludo que se emplea durante la mañana es, en el español general, ‘buenos días’.No obstante, en algunos países de América del Sur se utiliza también la fórmula ‘buen día’.”Dejemos el tema hasta aquí, pero al que llegue con muchos humos y lo critique por sus “buenos días”, dígale que a otro perro con ese hueso, no se deje tomar el pelo, ponga los puntos sobre las íes y manténgase en sus trece.Que la palabra te acompañe.