Cuando nos rompen el corazón

El amor, ese sentimiento que nos da esperanza e ilusión, que sobrepasa barreras y fronteras. Así lo veo yo, tan puro, real y es una total "decisión". En pocas palabras decidimos "querer a una persona", darle nuestro apoyo, aliento, compartir momentos y quién sabe, la vida entera junto a ella. El amor también es "reciprocidad", es allí donde el amor que se da se recibe al mismo tiempo y de la misma manera, es una balanza y es de dos. Cuando esa balanza se desequilibra es cuando el "amor" deja de ser puro y legítimo.

Es cuando alguno de los dos da más que el otro y entran en la escena la desmotivación, y la decepción cuando "nos rompen el corazón". Si me preguntan si he pasado por aquel momento triste, se los confirmo, lo he vivido. Pero así, como lo he sentido, se supera, una y otra vez.

Mientras superaba cada desamor, en cada meditación nacían preguntas distintas y una de las últimas fue la que me hizo entender que las cosas son como son, que nadie puede cambiar a nadie y que si no te quieren, toca seguir adelante. Y cuál fue esa pregunta clave para mi superación: ¿Cómo amo a una persona que no siente lo mismo por mí? Las respuestas en su momento fueron: Si esa persona me quiere, pero no me "AMA" y no es capaz de aceptar errores ni buscarme para arreglar las cosas, no me valora ni ve las cosas positivas que hay en mí, porque al final todos somos seres imperfectos, porque así como yo tengo defectos, los otros también.

Cuando estamos recién "quebrados", nuestra mente se bloquea y solo pasan por nuestra mente todos los momentos bellos que vivimos con nuestros "ex", nos quedamos estancados en ese limbo, no despertamos y no nos damos cuenta de que esa persona no está dando el "brazo a torcer", no vemos cambios en ellas y que no mueven ni un solo dedo para arreglar las cosas. Y es por esa razón por la que mi pregunta salió a flote y comprendí con mayor profundidad que no podemos esperar que la persona cambie por nosotros y que la gran satisfacción y aprendizaje es que nuestros sentimientos fueron verdaderos y dejamos todo lo bueno en aquella relación.

Cuando nos rompen el corazón, duele, nos estresamos, nos ponemos tristes, es una etapa en la que no nos concentramos en nuestros trabajos o en donde quiera que estemos, y en fin, nos duele hasta el alma.

Pero como dice la famosa frase "nadie muere de amor". Nos caemos, pero nos levantamos y nos levantamos más fuertes que nunca porque entendemos que no merecíamos lo que estábamos recibiendo, de que somos personas individuales que primero, antes de amar a otros, debemos amarnos a nosotros mismos, que debemos cuidar nuestro cuerpo, mente y que sobre todas las cosas conocernos, saber lo que deseamos en nuestra vida, nuestros anhelos y sueños. Primero, antes de amar al otro "ENAMÓRATE DE TI", luego estaremos listos para entrar al mágico mundo del amor en pareja.

Que nos rompan el corazón en pedazos no es más que una enseñanza de vida. Al final todo pasa por alguna razón. Cada tropiezo nos da la lección de mejorar como seres humanos, de crecer, madurar y nos da más fuerzas para continuar nuestro camino.

No pongamos más excusas, muchas veces somos testigos de que no nos quieren y por temor, nos quedamos siendo espectadores de nuestra propia muerte y sufrimiento. Sigamos nuestra intuición y tengamos la valentía para salir parados de esa situación.

A veces tengo miedo de que me rompan el corazón, se los confieso, es más, en estos momentos cuido mis sentimientos, pero no pierdo las esperanzas de encontrar esa conexión con alguien que estará dispuesto a estar en la misma sintonía y que se entregue al amor igual que yo.