Cumbre Iberoamericana escenario multilateral

La XIV Cumbre Iberoamericana que culminó ayer en Costa Rica fue un espacio ideal para el ejercicio del espíritu multilateral que promueven los países de América Latina, España y Portugal.

En una cumbre cuyo lema fue "Educar para progresar", tuvo un rol especial el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que estuvo representado por su director regional para América Latina y el Caribe, el sueco Nils Kastberg.

El funcionario de UNICEF puso como ejemplo el país anfitrión y señaló que el resto de América Latina debería seguir el camino de Costa Rica, eliminar sus fuerzas armadas y aumentar la salud en salud y educación.

Señaló, además, que para lograr mayores niveles de inversión en materia educativa es imperativo que los gobiernos latinoamericanos, "con voluntad política real reduzcan los gastos militares en beneficio de la educación".

Kastberg respaldó la iniciativa de canjear la deuda exterior por programas de educación, impulsada por Argentina y Brasil, aunque señaló que es "sólo una de las tantas maneras" de obtener recursos.

Otro asunto que demandó la atención de la Cumbre fue la crisis de Haití, cuyo primer ministro provisional, Gérard Latortue, tuvo ayer la oportunidad de exponer la situación ante el plenario de jefes de Estado y de Gobierno.

Sobre esa crisis también se manifestó el representante de la ONU para Haití, el chileno Juan Gabriel Valdés, quien señaló que espera que sea agilizado el desembolso de 1,300 millones de dólares aprobados por la Comunidad de Donantes para el país caribeño.

Los países latinoamericanos han aprovechado además su encuentro anual con España y Portugal para reiterar a los gobiernos de estas dos naciones su "preocupación" y "oposición" a los subsidios que se otorgan en la Unión Europea a la producción y exportación de productos agrícolas y agroindustriales.

La Cumbre aprobó un "comunicado especial sobre subvenciones", en el que se subraya que esas medidas "afectan seriamente" a América Latina y deben ser consideradas en las discusiones de la Ronda de Doha (Qatar), en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Los países centroamericanos y España dieron un nuevo paso hacia unas relaciones más estrechas en una reunión que tuvo el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, con los mandatarios de esa región.

También estuvieron en la Cumbre de San José, pero con un inusual bajo perfil, los presidentes de la Corporación Andina de Fomento (CAF), el boliviano Enrique García, y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el uruguayo Enrique Iglesias.