Denuncian incremento de precios en productos que no están regulados
Tras un recorrido llevado a cabo por algunos de estos locales de expendio de alimentos en el área metropolitana, el equipo de Panamá América comprobó que el queso marca Cremoso, que costaba $5.00 el kilo, ahora está en $6.45.
Denuncian incremento de precios en productos que no están regulados
Tras un recorrido llevado a cabo por algunos de estos locales de expendio de alimentos en el área metropolitana, el equipo de Panamá América comprobó que el queso marca Cremoso, que costaba $5.00 el kilo, ahora está en $6.45.
El pan blanco tipo molde, que también está dentro del decreto, y que fue fijado a precio de 94 centavos, no existe en ninguno de los supermercados visitados. “Peor aún, las otras marcas que costaban entre $1.45 y $1.75, ahora tienen precio de $2.25”, dijo.
Toda esta irregularidad se une a la escasez de los 22 enseres regulados y a que los propietarios de los locales no colocan un segundo producto, en caso de que el primero se acabe.Además de estanterías completamente vacías, los dueños de los supermercados están elevando el precio de otros productos que no están dentro de la medida del control de precios, denunció Yakarta Ríos, directora de la fundación Consumo Ético.
Ríos detectó que en muchos de los supermercados de la capital se ha visto un incremento de precios, tanto en artículos de primera necesidad, como en los enseres de aseo personal y de limpieza, como la pasta o los cepillos dentales.
Esta anomalía se debe, cuenta Ríos, a la falta de planificación del Decreto Ejecutivo N.° 165. “Hay un problema de eficacia, porque no se están obteniendo los $58.00 de los que habló el presidente Juan Carlos Varela, tampoco se previó un alza en los artículos que no forman parte de los 22 que sí están regulados”.
Por último, Ríos contó que en el caso del pollo marca Panamá los despachadores lo sirven dentro de una bolsa que contiene agua. Esto es desleal a juicio de la fuente, porque se está pesando el agua junto con el pollo, adicional a que no lo ofrecen en partes o picado.
Pero la cadena de perjuicios no termina allí. Ahora resulta que los pequeños productores del Mercado de Abastos advierten que desaparecerán porque no están obteniendo ni la mitad de lo que invierten.
Álvaro Caballero, representante de estos comerciantes, declaró ayer en Telemetro que sus negocios peligran, debido a la medida de control de precios, que calificó de inconsulta. “El saco de papas cuesta $62.00. Con el control de precios tengo que vender a 60 centavos la libra. Esos quintales solo traen 110 libras. Si vendo cada libra a 60, obtengo $66.00. Qué ganancia tengo, además debo invertir 10 dólares en transporte”, explicó.