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Por primera vez, una mujer
Ginela C. Escala/CrÃtica - Publicado:
Por primera vez en la historia del país una mujer dirigirá los destinos de la nación panameña a partir del primero de septiembre de 1999.Y esa dama distinguida es Doña Mireya Moscoso, quien recibirá el respaldo mayoritario de los panameños que han decidido echar por la borda las pretensiones del PRD de continuar en el poder más allá del año 2000, mediante un continuismo que en nada contribuiría al desarrollo y progreso de la república.El cierre de campaña de la alianza "Unión por Panamá" fue una elocuente demostración de que Doña Mireya cuenta con los votos necesarios para ganar la presidencia.Hombres y mujeres de todos los puntos de la geografía nacional, llegaron a la Plaza 5 de Mayo para vitorear a una candidata que ha demostrado, a través de los años, capacidad de liderazgo y la mística panameñista que le han permitido mantener incólume la fuerza arrolladora de un colectivo político que continúa vigente en el alma de las masas populares que hoy y siempre, seguirán respaldando la obra realizada por este gran conductor que se llamó Arnulfo Arias Madrid.Creemos en el triunfo de Doña Mireya, porque sus contrincantes, Martín Torrijos y Alberto Vallarino, representan el continuismo, la demagogia y la oligarquía que mantienen al pueblo panameño sumido en el hambre y la miseria, en el abandono y en la injusticia social, mientras que la candidata de "Unión por Panamá" recorre todos los caminos de la patria para revivir los sueños y esperanzas de las clases más necesitadas y marginadas, víctimas de gobiernos sin sensibilidad social y sin deseos de trabajar por la solución de los más vitales problemas que confronta la nación.Los panameños con plena conciencia de sus responsabilidades ciudadanas, tendrán la oportunidad de repetir el triunfo del 30 de agosto contra la reelección y ahora en favor del cambio inaplazable para liberar al país de las huestes perredistas, que tanto daño han ocasionado a una nación que ha venido madurando en el plano cívico y democrático y que anhela reformas sustanciales, para lograr su desarrollo integral; a un Panamá que libre del poder perredista alcanzará la reestructuración de sus instituciones, porque las actuales, no han dado respuesta a las aspiraciones de nuestra sociedad presente.El domingo dos de mayo de 1999 los panameños elegiremos a la primera mujer como Presidenta de la República y de esa manera, la nación se encaminará hacia el fortalecimiento de la democracia, soporte de las luchas de un pueblo consciente y amante de la libertad; hacia una administración de justicia límpida y respetuosa de los derechos humanos; hacia una gran concertación nacional sincera y sin demagogia, como única forma de orientar a la patria por derroteros que aseguren su desarrollo socio-económico y político en beneficio de todos los que hemos nacido en este suelo.