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Ziegler insiste que Suiza debe devolver a Estados dineros mal habidos de dictadores
MEREDITH SERRACIN - Publicado:
Washington.El financista suizo Jean Ziegler, que hace años libra una encarnizada lucha para abolir las cuentas secretas en los grandes bancos internacionales, considera que Suiza tiene la "obligación moral" de regresar los dineros mal habidos depositados en esas cuentas por el dictador Ferdinand Marcos de Filipinas, los Somozas de Nicaragua y los Duvalier de Haití, así como la putativa fortuna del general Manuel Antonio Noriega de Panamá.En un extenso reportaje sobre Ziegler, el autor del reciente libro "El oro nazi", el periódico madrileño El País se remonta a los 25 años de esa lucha que culmina con las pruebas de que la banca suiza recibió el oro que Hitler robó a los judíos, que tanto ha resonado en los ámbitos financieros.Ziegler, un representante de la Internacional Socialista en las últimas elecciones fue el diputado más votado por los cantones suizos, a pesar de las amenazas anónimas y del silencio con que la prensa suiza ha rodeado su labor, destaca el periódico.Lo extraordinario de esta labor, según El País, es que fue encarada "no con la furia de un angel exterminador, sino con la constancia de un hombre que sueña con el progreso del mundo".El combativo diputado ha fundado su optimismo en la juventud que conlleva "la insurrección de las conciencias, de inventar organizaciones de resistencia, como la Transparencia Internacional con sedes en Berlín, Washington, Buenos Aires, Panamá y Quito."En los jóvenes", opina, "hay una conciencia de que este sistema no puede continuar; el secreto bancario, las cuentas numeradas...Creo que el cinismo general, la mentira de la neutralidad (suiza) está cayendo".No obstante de las amenazas que le llueven a diario, Ziegler no vive acosado del miedo."En Suiza", dice, "no hay asesinos a sueldo, y al Gobierno le interesa protegerme.Si me sucediera algo, sería un escándalo".Preguntado por su reacción ante la reciente decisión del Consejo Federal suizo de devolver el dinero de Marcos al gobierno filipino, dijo:"Es mejor que nada, pero viene después de una batalla judicial entre los abogados de los grandes bancos y el Gobierno democrático de Filipinas que ha durado 11 años.Y sólo devuelven una pequeña parte del botín, cuando todo el mundo sabe, y los documentos transferidos a Suiza lo indicaban, que Marcos robó millones de dólares"."Lo justo sería devolver todo a todos en el momento que se presentan las pruebas del origen criminal de una fortuna: al pueblo de Nicaragua, al haitiano, al panameño..."En la opinión de Ziegler, que no es judío, el gesto hacia el gobierno de Manila, así como la devolución de bienes robados a los judíos por el régimen nazi, es poco significativo."Lo que se ha conseguido", declaró, "es gracias a la presión internacional."Pienso que nos aproximamos al umbral de una insurrección de las conciencias suizas.Y no por el problema del oro nazi; lo que más preocupa es el rechazo de los cien judíos en la frontera durante la Segunda Guerra.Eran personas enviadas a la muerte, un crimen contra la humanidad que no ha prescrito.Y además está el oro, toneladas de oro procedentes de las joyas y los dientes de las víctimas de los campos de exterminio, y que son la reserva de oro oficial del segundo país más rico del mundo."Cada día, cuando voy al parlamento y atravieso la plaza donde se encuentra el Palacio Federal, pienso en esas reservas guardadas bajo el suelo que pisan mis zapatos, ocupando ocho plantas bajo mis pies".Refiriéndose al impacto de su duro ataque al sistema bancario suizo en un anterior libro, "Suiza lava más blanco", Ziegler expresó:"Un intelectual debe ser modesto, pero pienso que mis libros han servido para algo.Después de "Suiza lava más blanco" y aunque levantaron mi inmunidad parlamentaria y los banqueros me llevaron a siete procesos judiciales, en los que sigo peleando, el Parlamento votó una ley que impide el lavado del dinero de origen delictivo."Pero en ella sólo se castiga la intencionalidad, lo que la convierte en una ley demasiado débil.Imagina a un banquero diciendo que su amigo Pablo Escobar le ha telefoneado para decirle que va a enviar a Suiza 10 millones de dólares desde Colombia."La ley española es mucho mejor porque también castiga la negligencia.Y en Suiza, tras la interminables comisiones rogatorias, si pasan cuatro años, resulta que prescriben muchos delitos, como el de corrupción activa.Uno puede esperar la decisión del juez, que puede prolongarse esos cuatro años.Preguntado por El País, cuál es el procedimiento común de los bancos suizos con respecto a clientes que les llegan con depósitos millonarios, Ziegler discurrió:"El mismo banco le dirá que debe hacer; que no puede abrir la cuenta directamente; antes fundaremos una sociedad en Caimán y otra en otro paraíso fiscal, y que allí va a transferir su dinero en yenes, y luego lo cambiarán a marcos y luego tal y tal.Todo el servicio lo hace el banco en sus compañías shell (concha)."Los fiduciarios, los hombres de paja, todo lo busca el banco.Y los banqueros dicen: somos honestos, ayudamos al cliente, somos leales con él y nuestras cifras casan.Es el colmo de la inmoralidad...Son leales a Mobutu, guardan su dinero robado, que podría salvar a miles de niños.A veces pienso que mi país es más enigmático que la Mongolia Exterior".