En crisis, las compañías optan por la bolsa de valores
- Erin Griffith
El mercado era demasiado volátil y las compañías tenían que evaluar la forma en que el virus había cambiado sus proyecciones financieras, indicó Colin Stewart, director de mercados de capital accionario en tecnología de Morgan Stanley.
SAN FRANCISCO — Al tiempo que el coronavirus se propagaba en marzo, Vroom, una empresa de arranque que vende vehículos usados en línea, pospuso sus planes para cotizar en la bolsa y se apresuró a apuntalar sus operaciones.
Pero en vista de que muchas concesionarias cerraron bajo órdenes de confinamiento, la gente empezó a comprar más autos en línea, beneficiando a Vroom con ventas sin precedentes en marzo y abril, informó la compañía.
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“Vimos cómo todo el mundo se estabilizaba”, relató Paul Hennessy, su director ejecutivo. “A fines de abril, dijimos, ‘muy bien, tal vez de hecho deberíamos tomar la ofensiva en esto’”.
Vroom, con sede en Nueva York, remató esa ofensiva al cotizarse en la bolsa de valores a principios de junio. Su precio por acción aumentó más del doble en el primer día de operaciones al tiempo que recaudaba 495 millones de dólares con su Oferta Pública Inicial (OPI).
Vroom es parte de un grupo de startups que han actuado con rapidez para cotizar en la bolsa a medida que la conmoción inicial por el coronavirus se ha disipado. El mercado bursátil, que se desplomó cuando el brote se propagó por Estados Unidos, ha repuntado con fuerza recientemente. Desde su punto más bajo a fines de marzo, el índice S&P 500 ha subido 40 por ciento.
Al tiempo que el mercado se ha recuperado, SelectQuote, un proveedor de seguros en línea; ZoomInfo, un proveedor de datos para software de ventas; Warner Music Group, una compañía discográfica; y Vroom han cotizado en la bolsa.
“La ventana está abierta”, dijo Previn Waas, socio que se enfoca en OPIs en la firma de servicios profesionales Deloitte. “Todo el mundo ha descubierto que una OPI virtual es posible. Hay apetito para que las compañías se coticen en la bolsa”.
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Morgan Stanley ha pasado los últimos meses ayudando a que compañías afectadas por el coronavirus encuentren financiamiento en todas las formas —salvo en ofertas públicas, dijo Colin Stewart, director de mercados de capital accionario en tecnología de Morgan Stanley. El mercado era demasiado volátil y las compañías tenían que evaluar la forma en que el virus había cambiado sus proyecciones financieras, indicó.
Mas ahora que el mercado bursátil está más estable, la situación ha cambiado. “Está claro que hay mucha demanda contenida del inversionista para dar un vistazo a las OPIs”, dijo Stewart.
Wall Street las acoge con beneplácito aún cuando muchas de las compañías pierden dinero. Vroom perdió 143 millones de dólares el año pasado con 1.2 mil millones de dólares en ingresos, de acuerdo con sus divulgaciones. DoorDash, la empresa de arranque de entregas de comida a domicilio que en febrero presentó documentos para cotizar en la bolsa y ha visto un aumento de su uso en la pandemia, también ha consumido cientos de millones de dólares en efectivo y no es rentable.
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El entusiasmo por las nuevas cotizaciones ha dejado a un lado la cuestión de la rentabilidad. Los inversionistas se han vuelto más tolerantes con las compañías que pierden dinero porque el virus ha acelerado la adopción de tecnología como el comercio electrónico, el aprendizaje virtual, la transmisión vía streaming, la telesalud y las entregas, dijo Gavin Baker, director de inversiones en Atreides Management, que invierte en compañías privadas y cotizadas en la bolsa.
“Covid llevó al mundo al 2030”, señaló Baker.
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