Análisis de las infraestructuras en el Meduca

La educación está registrando cambios y transformaciones acelerados con consecuencias en el orden demográfico, económico, social, cultural, político, tecnológico. A estos elementos del entorno humano se suma con mayor fuerza que antes el de la competitividad.

El proceso histórico de la educación en Panamá posee una trayectoria que hunde sus inicios hasta la actual era tecnológica; sin embargo, su proceso contiene páginas de ejercicio docente, iniciativas administrativas, patrióticas decisiones y manifestaciones estudiantiles; pero este proceso no ha estado exento de situaciones antónimas que han sumido a la educación panameña en imprecisiones e incertidumbres. Al reconocer la magnitud del contexto de la educación actual y del proceso educativo panameño, descubrimos que el desafío ante el que nos encontramos es una tarea que solo se puede responder en el tiempo y en el espacio con el dinamismo del relevo generacional. Los planteles educativos alrededor de todo el país enfrentan deficiencias en cuanto a infraestructura se refiere. La formación panameña enfrenta una crisis en la que el 80% de los colegios tiene condiciones precarias, aún existen escuelas rancho, con pisos de tierra. Esto significa que más de 2,500 colegios tienen deficiencias estructurales.

Solamente en 380 colegios a nivel nacional, en 2016, la matrícula sobrepasaba los 500 estudiantes, que representan el 57% de la población educativa, que está en los 800 mil alumnos.

El deterioro de las escuelas es el resultado de la falta de un programa de mantenimiento preventivo, ya que este tema solo reluce los meses próximos a inicio del año escolar, donde el Ministerio de Educación tiene su mayor desafío y es mantener los centros escolares en condiciones. De igual forma, de nada vale la construcción y mejora de las instalaciones si no se les da el mantenimiento adecuado y no se realiza una campaña dirigida a los estudiantes sobre la importancia y el cuidado de los equipos y las aulas.

Esta problemática se presenta con mayor frecuencia en las comarcas indígenas, donde muchos estudiantes solo se gradúan de noveno grado sin poder continuar y culminar los estudios debido a la falta de colegios.

La ausencia de equipo eléctrico, laboratorios, baños dañados, hacinamiento, fibra de vidrio, filtraciones y estructuras agrietadas, sillas dañadas han sido las quejas constantes en el sector educativo y la principal causa de la suspensión de las clases, perjudicando así a los estudiantes y futuro del país.

Muestra de ello es el resultado de que a Universidad de Panamá disminuye cada año el índice académico para reclutar a los egresados de las diferentes escuelas.

Un ejemplo claro del abandono son los colegios de Paitilla, como el Richard Neumann, que tienen más de 50 años.

Estudiante de la UIP