Aquí está Panamá para el mundo

Recibimos un país con deudas acumuladas, promesas sin cumplir y obras sin terminar: una mina paralizada, miles de empleos perdidos, hospitales en abandono, puentes sin terminar y proyectos como el metro que avanzaban con lentitud. La inacción fue costosa, pero el tiempo de las excusas quedó atrás.

Desde hace un año, nos enfrentamos a una realidad compleja: calles destruidas, inundaciones y cosechas perdidas producto del cambio climático, ríos contaminados por irresponsabilidad —tanto de ciudadanos como de los gobiernos anteriores— huelgas y cierres organizados por quienes no buscaban soluciones, sino crear caos y destruir la economía.

Querían golpear a un gobierno que apenas iniciaba, pero se encontraron con todo lo contrario: Un presidente y un equipo de gobierno que piensa antes de actuar, consulta antes de decidir, pero nunca se esconde detrás de la burocracia. No pateamos la pelota hacia adelante sino que tomamos decisiones y actuamos con firmeza, cuando hay que hacerlo.

Hoy el mundo nos mira, salimos de las listas que afectaban nuestra reputación financiera. A pesar del cambio climático y de los costos asociados, nuestra producción agropecuaria muestra signos de crecimiento. Recuperamos el diálogo con sectores productivos y aliados internacionales. Se  restauró el orden institucional donde se había afectado, sin ceder ante presiones ni chantajes, y así quedará escrito en los libros de historia.

Sabemos que la confianza no se impone: SE CONSTRUYE CON HECHOS. Por eso, desde el primer día, cambiamos el escritorio por la calle y la corbata por la acción. Somos un gobierno de botas, jeans y decisiones. Vamos donde están los problemas. Escuchamos, entendemos y resolvemos.

El mundo necesita lugares donde invertir no sea un riesgo, sino una oportunidad y Panamá está listo para ser ese lugar. Nuestra cadena logística, un robusto sistema bancario y amplia oferta de servicios fortalecen cualquier inversión, en particular el agro, la industria y la agroindustria. Esto se logra con estabilidad, reglas claras y un liderazgo que no se dobla.

¡ESTE ES EL MOMENTO DE APOSTAR POR PANAMÁ! Somos un gran país con un potencial enorme. El mundo vuelve a ver a Panamá como lo que es: Una tacita de oro, tierra de oportunidades y bendición. Después de tanto esfuerzo, las oportunidades vuelven a florecer.

A QUIENES NOS MIRAN DESDE FUERA: Panamá está abierto. Panamá está firme. Panamá está listo. Aquí está Panamá para el mundo, avanzando con paso firme.