Clases presenciales, un desafío para el sistema educativo panameño
... se debería trabajar por fases, empezando por la evaluación, luego el diagnóstico y, por último, la fase de certificación. En la fase de evaluación se debe comenzar con el censo sobre la cantidad de escuelas que cuentan con el suministro de agua potable, evaluar de acuerdo con el tamaño del salón, la cantidad de estudiantes que puedan ingresar al aula...
- Yuleidy S. Mendives Sandoval
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- - Publicado: 08/4/2021 - 12:00 am
Luego de cumplirse un año de clases a distancia, se aproxima otro de los desafíos, una vez más, al sistema educativo panameño, mismas palabras que utilicé en mi publicación el veinte de mayo del año pasado, en este mismo diario titulada: "COVID 19, una oportunidad para reestructurar el sistema educativo panameño".
En ese momento, me enfoqué en la crisis que se vivía por el cambio brusco de presencial a distancia, donde señalé la importancia de implementar nuevas estrategias de aprendizaje y modernizar los currículos en todos los niveles, para que la calidad de educación que se recibe en Panamá se encuentre a la estatura de países de primer mundo; no obstante, en esta ocasión, el mayor reto del cual me voy a concentrar en mis próximas líneas son las clases presenciales.
Existen diferentes opiniones a favor y en contra sobre la reapertura de los colegios de forma presencial, no obstante, este artículo busca que se pueda reflexionar más allá de los miedos que puedan surgir sobre la exposición de los estudiantes fuera de la burbuja familiar.
El miedo cumple una función importante dentro la vida de los individuos: la supervivencia. Todos, en algún momento de la vida, han podido experimentar esta emoción, más allá de esto, la diferencia radica en que esta emoción no controle sus pensamientos, decisiones y su vida en general. Se entiende que la COVID-19, es altamente peligroso, que ocasiona la muerte, sin embargo, con una buena logística, organización, trabajo en equipo y de campo, se puede empezar a derribar estos miedos.
En primer lugar, se debería trabajar por fases, empezando por la evaluación, luego el diagnóstico y, por último, la fase de certificación. En la fase de evaluación se debe comenzar con el censo sobre la cantidad de escuelas que cuentan con el suministro de agua potable, para poder cumplir con uno de los anillos de seguridad más importante en la batalla contra la COVID-19, el lavado de manos. Acto seguido, evaluar de acuerdo con el tamaño del salón, la cantidad de estudiantes que puedan ingresar al aula, cumpliendo con el debido distanciamiento, otro de los anillos importantes.
Otro aspecto es la cantidad de docentes con que cuenta la escuela, esto les permitirá a los directivos evaluar si hay alguna necesidad de hacer nuevos nombramientos para cumplir con las demandas de salones, ya que con los dos parámetros antes mencionados puede aumentar la demanda.
Es importante mencionar la cantidad de días u horas que se estipularán para llevar a cabo el retorno. Se aconseja sea gradual, es decir, para iniciar, dos veces por semana y los demás días trabajarlos por módulos en casa.
Los días que se impartirán de forma presencial, utilizarlos para las materias que requieren de una explicación más profunda y con detalles, por ejemplo: matemáticas, inglés, español, física, química, biología, por mencionar algunas, que se dificulta un poco mantener una estrategia eficaz para el buen desarrollo y aprendizaje del estudiante.
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Se aconseja escalonar los horarios de entrada, con intervalos de 30 minutos por turno, para así mantener espacios libres para evitar aglomeraciones y posibles contagios.
Otra de las variables es el transporte. Se debe nombrar una comisión que esté pendiente de que, en los buses colegiales, se garantice ese distanciamiento, ya que esto le ayudará a los padres a mantenerse más tranquilos, sin miedo de contagio de sus hijos fuera de la burbuja familiar.
Para aquellos que no cuentan con este servicio, evaluar la posibilidad de poner a circular metrobuses exclusivos para estudiantes en diferentes rutas, horarios y también la presencia de esta comisión para garantizar la seguridad de todos.
Luego de evaluar las diferentes variables, se procede a la segunda fase, el diagnóstico. Se toman en cuenta todas las variables antes mencionadas y buscar las debidas soluciones, por ejemplo, tener un plan de bioseguridad en clases, con intervalos de tiempo para lavarse las manos, el uso obligatorio de caretas o pantallas faciales, mascarilla, el gel o alcohol, también buscar una alternativa de vacunación para los docentes, personal administrativo, dueños de buses colegiales que tengan el contacto con los estudiantes.
Por último, es importante mencionar que una vez solucionado todo en el diagnóstico, se puede certificar la escuela para recibir a los estudiantes. Queridos lectores y padres de familia, es imposible no sentir miedo, sin embargo, con una buena organización y el debido plan de bioseguridad en las escuelas, se puede tener un retorno a clases seguro.
Estudiante de Psicología.
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