Propuesta
El profesor Chapman y el oligopolio
... la propuesta del profesor Chapman está dirigida hacia una estrategia de mayor vinculación con el mercado externo, dada la importancia que en su argumentación tienen las estructuras de mercado, debió referirse a las características de las mismas en el espacio globalizado. Lastimosamente, no toca el tema ni sus implicaciones.
- Juan Jované
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- - Publicado: 19/5/2021 - 12:00 am
Un interesante elemento del reciente ensayo del profesor Guillermo Chapman Fábrega, en el que intenta presentar "una nueva visión económica y social de Panamá", es su manejo de las estructuras concentradas de mercado. Se trata, a nuestro juicio, de un abordaje incompleto, que limita la comprensión de la realidad.
En su "propuesta para la reflexión", el profesor Chapman hace referencia, de manera correcta, a la presencia de estructuras de mercado oligopólicas en la economía panameña. Concretamente afirma "que el reducido tamaño de la economía ha facilitado la proliferación de oligopolios" (p. 21). Sin embargo, en una entrevista posterior, publicada en La Estrella de Panamá, el domingo 2 de mayo del 2021, al referirse a los mismos afirma "que no es posible romperlos como tal", agregando que simplemente se trata, haciendo referencia a la colusión explícita, de "vigilarlos, controlarlos, sancionarlos cuando hacen acuerdos para repartirse el mercado".
Obviamente se trata de una visión insuficiente, ya que los oligopolios pueden, como generalmente lo hacen, operar en una colusión tácita. Esta forma de acción es definida por Krugman y Wells de la siguiente manera: "cuando las empresas limitan su producción y elevan los precios de manera que aumentan sus ganancias, aun cuando no tengan que hacer algún acuerdo formal". Esto, sin embargo, no es el peor de los faltantes en la argumentación bajo análisis.
Dado que la propuesta del profesor Chapman está dirigida hacia una estrategia de mayor vinculación con el mercado externo, el mismo, dada la importancia que en su argumentación tienen las estructuras de mercado, debió referirse a las características de las mismas en el espacio globalizado. Lastimosamente, el autor de "Hacia una Nueva Visión Económica y Social de Panamá", no toca el tema ni sus implicaciones.
El espacio globalizado muestra una situación de alta concentración económica, la que difícilmente puede ser desconocida. Es así, por ejemplo, que solo Walmart tiene ingresos anuales que superan el total del PIB de Bélgica.
También se puede recordar que solo diez multinacionales controlan el 47% del mercado global de los productos farmacéuticos y de las medicinas relacionados a ellos, mientras que seis multinacionales (BASF, Bayer¸ Dow, DuPont, Monsanto y Synenta) controlan el 75% del mercado de los pesticidas, 63% del de las semillas y el 75% de la investigación y desarrollo en estas ramas.
Por otra parte, son las transnacionales las que definitivamente controlan las redes que conforman las cadenas internacionalizadas de producción y circulación de bienes y servicios a nivel global. Esto lo hacen ya sea por medio de la inversión directa o por medio de lo que John Smith llama la relación "arm's-length outsorcing", es decir utilizando proveedores cuya propiedad no pertenece a la transnacional, pero que están subordinados a la misma, lo que les permite mantener un alto control sobre dichos proveedores.
Un estudio realizado por los académicos suizos Stefani Vitali, James B. Glattfelder y Stefano Battiston, en el que se investigaron 43,060 multinacionales y sus interconexiones de propiedad, llegó a la conclusión que 737 multinacionales prácticamente controlan el 80% de la producción global.
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Sus estudios posteriores mostraron que apenas 170 corporaciones multinacionales controlan cerca del 40% de este valor económico global. Se agrega que tres cuartas partes de las mismas son intermediarios financieros.
Es evidente que el poder económico de estas transnacionales les permite no solo un amplio control sobre las economías, sobre todo las más pequeñas, extrayendo de las mismas una parte importante del posible excedente que podrían utilizar en su propio desarrollo, el cual, además, pueden distorsionar ajustándolo a su propio beneficio.
Se puede, entonces, concluir que el análisis del profesor Chapman resulta insuficiente frente al importante objetivo de lograr una verdadera estrategia nacional de desarrollo integral, equitativa y ambientalmente sana.
Economista.
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