Columna Cambiando la realidad
Gobierno a la deriva
El Gobierno voltea para otro lado, y para desgracia de nosotros, tiene que seguir gobernando dos años más, y aunque conoce los soluciones de fondo, como dijimos antes, no está dispuesto a pagar ese precio.
- Ing. Helmut De Puy / [email protected] / @Helmutdep / [email protected]
- - Actualizado: 11/8/2022 - 11:40 am
En una semana movida, políticamente hablando, el Gobierno no logra cumplir con lo prometido. Eso no significa que querramos que se cierren las calles, ni que el presidente regale protagonismo a quienes se aprovechan de las necesidades del pueblo. Solo queremos que cumpla con su compromiso y rompa el círculo vicioso que destruye empresas y puestos de trabajo cuando el país se para.
¿Qué está pasando? Podemos ensayar muchas respuestas. Entre ellas, que si el precio fijo no satisface a los empresarios, muchos de los productos no van a aparecer en las estanterías. Pero, vayamos un poco más allá y analicemos lo anunciado hoy en materia de medicamentos: rebajan 30% los medicamentos y 20% más a los jubilados. Hagamos la matemática: Nexium vale $63.38 aquí y $3.62 en Turquía. En el mejor de los casos, los jubilados pagarán $31.84. ¿Es esa una buena solución? Obviamente no. Los precios de los medicamentos no van a bajar así, y tampoco encontraremos los productos de la canasta básica que no satisfagan las demandas de los empresarios. Punto y aparte.
¿Hay solución? Por supuesto, pero implica adquirir enemigos poderosos y el Gobierno no va a tomar ese camino. Entonces, ¿qué podemos esperar? Si el Gobierno decide subsidiar indefinidamente la canasta básica, el costo lo asumimos todos con los impuestos. Es importante recordar que el Gobierno no es una empresa, es un recolector de impuestos y administrador de los mismos Y cuando no le alcanza, pide préstamos y nos endeuda (más adelante hablaré de eso).
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Ahora bien, si las empresas no logran sus objetivos, cierran, y adiós trabajos. Si la gente no genera ni con qué pagar su comida, vuelve a parar el país. En el medio de esto, el poder ejecutivo, ofrece recortar una planilla que jamás debió llegar a estar como está.
El Gobierno voltea para otro lado, y para desgracia de nosotros, tiene que seguir gobernando dos años más, y aunque conoce los soluciones de fondo, como dijimos antes, no está dispuesto a pagar ese precio. Ni qué hablar de los temas que quedaron tapados por esto, como el del mercado del marisco que sigue impulsando el alcalde Fábrega, o saber que aumentan la deuda cada vez más, así como el déficit fiscal; o el descontento con querer llevar al actual administrador de la ASEP a la Corte Suprema, o el problema con los marítimos que siguen sin lograr que el presidente los reciba, o los temas de migración y seguridad que a Nito Cortizo le toca resolver con el nuevo presidente de Colombia.
La economía para crecer está necesitando viagra, pero al parecer, está muy caro, y créanme que si la economía no crece, estamos condenados. Los subsidios y la regulación de precios no son la solución. Usted lo sabe señor presidente. ¿Qué espera para tomar las decisiones que el país necesita?
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