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Honrar honra
Adelita Coriat - Publicado:
Por años la Policía Nacional ha sido foco de críticas, reclamos y culpas, en ocasiones merecidas, pero otras injustificadas que solo ahuecan la moral de su tropa.Son pocas las veces en que se enaltece al cuerpo uniformado.Francisco Troya, no obstante, entró en la dirección con un objetivo muy claro: inyectar en las venas de sus unidades aquel ingrediente abstracto que eleva la moral y pertenencia: mística.El escenario era complicado, las estadísticas indicaban altos índices delincuenciales, una alta percepción de inseguridad en la población y poco tiempo para actuar.La percepción logró superarla gracias a la política de puertas abiertas y accesibilidad con los medios de comunicación, cuyo norte descansó en la transparencia, apartada de todo tabú.En forma humilde, sencilla, serena y con equilibrio, Troya obtuvo el respeto no solo de su propia tropa, sino de la ciudadanía en general.Un escenario envidiable para su sucesor, quien busca retomar desde la dirección la carrera que pausó hace años.Si bien los estados delincuenciales no han registrado una disminución sustancial, Troya logró aplicar en corto tiempo una filosofía orientada a la comunidad con proyectos enfocados al servicio preventivo.Es uno de los uniformados con más vocación y amor a su institución que haya conocido.Realista en las deficiencias, pero consciente de que la autoestima, la condecoración, incluso la sanción, eran una receta infalible para empalmar la lealtad y el trabajo.Consideraciones que se reflejaron en una respuesta policial oportuna ante el clamor ciudadano.Pocos hombres con esta investidura utilizan el poder el poder para empoderar a la institución, eje clave para alcanzar nuevos objetivos.Quizás hoy sus memorias, experiencias y sacrificios de los que fue testigo su uniforme por 25 años, le provoquen tristeza por no haber tenido tiempo de consolidar todos sus objetivos; o quizás, se estimule y aproveche su trayectoria y conocimiento en una nueva etapa con otras labores que requieran su servicio.Algo es seguro, Troya seguirá entregado a la institución que le ofreció la oportunidad de escalar todos los peldaños: de cabo al más alto rango, la dirección.Un ejemplo de tenacidad, perseverancia y de que un hombre que ha nacido y crecido en la Policía es el más indicado para dirigirla, pues conoce sus entrañas, sus males, sus bondades y su potencial.