¿Importa la igualdad de género en la cultura empresarial?
... igualdad de género no solo como un derecho humano fundamental, sino como una base necesaria para lograr un mundo pacífico, próspero y sostenible.
¿Importa la igualdad de género en la cultura empresarial?
El panorama mundial, y sobre todo en el ámbito empresarial, se encuentra sometido a constantes cambios económicos, políticos y sociales; uno de los principales cambios sociales desde mediados del siglo XX es la incorporación de la mujer a la fuerza laboral de las empresas. En este sentido, desde el principio se reveló que hombres y mujeres eran tratados diferente, no tenían acceso a los mismos beneficios y que, a pesar de que realizaran el mismo trabajo, no recibían las mismas prestaciones. De esta dura situación, nace la lucha social por la igualdad de género. Entiéndase igualdad de género como aquella corriente del pensamiento que, según la perspectiva de género, tiene como objetivo "la consecución de la igualdad de derechos y oportunidades entre varón y mujer" (Novoa, 2012, p. 347). Pero ¿qué es la cultura empresarial?, seguramente estarán pensando que, si las leyes laborales contemplan iguales prestaciones e igualdad de oportunidades, la cultura empresarial no puede afectar la igualdad de género. Pues la cultura empresarial, es decir, aquella tradición o norma no escrita de las empresas que dicta la manera de actuar en diferentes situaciones, tiene un impacto aún mayor en la protección o no de los derechos de las mujeres y su impacto suele ser mayor día a día, a través de las pequeñas situaciones que suelen ser vistas como "normales".
Panamá busca desde hace unos años que esa cultura empresarial tenga un enfoque distinto para lograr la igualdad de género y crear las condiciones igualitarias. Por ello, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, está implementando la certificación del Sello de Igualdad de Género, que ayuda a las empresas a identificar y eliminar prejuicios o aquellas prácticas que crean barreras, examinando áreas como el respeto y reconocimiento hacia el trabajo que realizan las mujeres, las oportunidades para puestos de decisiones y cargos directivos, la disparidad salarial, además de impulsar la creación de normas que protejan contra actos que violenten la dignidad humana, entre ellas, el acoso sexual en los lugares de trabajo.
Al adoptarse este programa, se da la oportunidad de que la mujer tenga mayor participación en la economía nacional, con condiciones iguales, para lo cual el plan piloto, en el que participarán cerca de veinte empresas, dará como resultado que la igualdad de género para la cultura empresarial sea altamente provechosa al tener una mayor captura de talentos, que aumenta la competitividad, disminuye el abandono laboral y optimiza los recursos humanos de cada empresa. Se tiene estipulado que para el año 2019 se pueda iniciar este plan piloto.
De esta forma, nuestro país enfrenta el reto de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, que demanda la igualdad de género no solo como un derecho humano fundamental, sino como una base necesaria para lograr un mundo pacífico, próspero y sostenible.
Abogado