La historia, la cábala y las decisiones en política: USA 2020

En el año 1992, tuvieron lugar unas elecciones generales, hace 28 años, un martes 3 de noviembre en los Estados Unidos de América. Un presidente de Massachusetts deseaba reelegirse. 

Después de 1992, todos los presidentes se han reelegido: Clinton (1996), Bush Jr. (2004) y Obama (2012), pareciera que Trump debería continuar con esta tendencia del siglo XXI, contrariamente a lo ocurrido con los vicepresidentes, que han querido ser presidentes los Demócratas: Gore y Hillary C, que han perdido.
¿Ocurrirá lo mismo con Biden? [(¿Qué dice la cábala?)]

En el año 2020, tendrán lugar otras elecciones generales, 336 meses después, también un 3 de noviembre en los Estados Unidos de América. Un presidente republicano de New York desea reelegirse. Solo 360 kilómetros separan sus lechos de nacimiento. Ambos son republicanos y del "Noreste".

En 1992, el presidente George Bush padre, se presentó a la reelección al igual que ha decidido hacer el actual presidente Donald Trump, casi tres décadas más tardes.
Entre la elección de 1992 y la de este año, hay varias coincidencias.

1-Ambas coinciden un martes 3 de noviembre (1992 y 2020).
2-En ambos casos se pretende reelegir un presidente Republicano blanco del este.
3-En ambos casos (hasta ahora) no se cambia al vicepresidente para hacerle frente al candidato opositor (“un ecologista o avant gardiste”).
4-En el 1992, el vicepresidente Dan Quayle (conservador) era diametralmente opuesto a A. Gore. (¿Hubo desaciertos en esa decisión de mantener a Quayle?).
5-En el 2020, el vicepresidente Mike Pence (conservador-religioso) es diametralmente opuesto a la senadora K. Harris (“una jurista humanista de gauche et d'avant garde”). (¿Se requiere un ajuste frente a esta candidata?).

¿En 28 años,  tan poco ha cambiado en cuanto a las elecciones generales en los Estados Unidos de América?
¿Está Estados Unidos listo para elegir una mujer, hindú-afroamericana y de avant-garde en la vicepresidencia, junto a un casi octogenario?

Kamala Harris, contrariamente a Al Gore, aporta mucho más valor a la campaña de Biden, toda vez que sería: 1-la primera mujer vicepresidenta de los EE.UU; 2-la primera hindú-americana y 3-la primera afroamericana -(Jamaica-Hinduismo). ¿Esto hará que los ciudadanos se entusiasmen por esas novedades? Sobre todo después de la larga epidemia del COVID-19 y las revueltas de primavera-verano en ese país.

El único antídoto para K. Harris, que vemos en el horizonte actualmente para los Republicanos es Nikki Haley: mujer, exgobernadora, exembajadora, hindú-americana y la antítesis perfecta de la señora Kamala. Con ella Trump haría la síntesis.

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El hinduismo tiene unos 2.3 millones de adeptos en los Estados Unidos (2017). 1.3 millones de ciudadanos americanos de origen hindú pueden votar el 3-11-20. ¿Votarán por Kamala?
Muchos comentaristas políticos coinciden en señalar la similitud entre la reelección de Trump y aquella de Bush (1992).

Todos insisten en los disturbios, las agresiones, las diferencias marcadas entre clases sociales, descontentos, malestares, etc. Muestran un cuadro muy negativo del gobierno Trump, demasiado lleno de enemigos en la prensa local, internacional y en el extranjero.

Entonces, el presidente Trump: ¿tiene que meditar mucho para que no le ocurra lo mismo que le ocurrió a la reelección de Bush hace 28 años?

En el ajedrez, la reina juega un papel muy importante. En la política ocurre igual porque la reina es clave en el desenlace final de la partida.

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Para evitar un jaque mate, el partido Republicano y su candidato a la reelección debe meditar muy bien su próxima jugada antes de la convención y la elección del próximo 3 de noviembre: ¿Una reina puede hacer la diferencia? 

Solo recomendamos a los Republicanos mirarse en el espejo de la reelección de 1992 y sopesar todos los “atouts” en contra y a favor, para no cometer los mismos errores que en el pasado, sin dejar de lado sus grandes logros hasta ahora, e incluso al constatar que Henry Ross Perot está muerto y que no hay esta vez un tercer candidato serio como el 3 de noviembre de 1992, para hacerle daño al candidato de los Republicanos en el 2020.

Pero la perfección es esencial en estas atípicas elecciones en Estados Unidos 2020.