La presencia china en la economía de América Latina
El comercio bilateral entre China y Latinoamérica se multiplicó por 26 veces entre los años 2000 y 2016 (último año del que se tienen reportes totales). Las inversiones de ese país en la región superaron los 110.000 millones de dólares...
América Latina, principalmente, importa de China tecnologías y productos tecnológicos. Foto: AP.
La República Popular de China se ha convertido en una potencia en orden económico durante los últimos años.
Como resultado de este crecimiento económico, sus exportaciones han aumentado durante este periodo.
Su comercio aumentó en las distintas regiones del mundo.
Se espera que su crecimiento económico, su estabilidad política y su capacidad militar, la conviertan en el hegemón mundial este Siglo XXI, desplazando a Estados Unidos.
VEA TAMBIÉN: El desastre ambiental reduce la posesión a fantasía
América Latina ha sido una de las regiones que más se beneficia de este comercio, la colaboración y sus inversiones.
China compra petróleo, cobre y otras materias primas como productos agrícolas y minerales.
América Latina y el Caribe (ALC) son un recurso ideal para un país que busca satisfacer el creciente apetito de su población.
A su vez, el considerable y creciente mercado de China significa que América Latina está más que feliz de explorar las oportunidades que presenta esta relación para fabricar otros productos que son necesarios en el país, incluyendo alimentos. (BBC, 2015).
América Latina, principalmente, importa de China tecnologías y productos tecnológicos.
VEA TAMBIÉN: La ganadería frente al cambio climático
Los países latinoamericanos con quien más la República Popular de China sostiene comercio son Chile, Brasil, Argentina y México.
Pronto se le unirán a esta lista Colombia, Ecuador Uruguay y Costa Rica.
El comercio bilateral entre China y Latinoamérica se multiplicó por 26 veces entre los años 2000 y 2016 (último año del que se tienen reportes totales).
Las inversiones de ese país en la región superaron los 110.000 millones de dólares desde 2003, la mayoría en el último lustro de ese periodo, registra un informe del Foro Económico Mundial, elaborado por Javier Arreola-Rosales, David Yao y Arturo Palacios.
China ha invertido millones de dólares en los países latinoamericanos.
VEA TAMBIÉN: Las molas gunas, obra maestra, fusión de dos ulturas minoritarias amenazadas
También mantiene un amplio programa cultual en estos países.
En Venezuela, las relaciones militares, comerciales y políticas con China y el creciente número de chinos en los barrios acomodados de la capital venezolana no han hecho más que fortalecerse durante los últimos 17 años de gobierno chavista.
Una gran parte de la producción futura de petróleo venezolano ya está vendida a China y numerosos y multimillonarios fondos de inversión en el país sudamericano son financiados por Pekín. (Pardo, BBC, 6 de enero de 2005).
Chile tiene un Tratado de Libre Comercio con China y sus principales destinos de las exportaciones son China ($19,2 Mil millones), los Estados Unidos($10,3 Mil millones), Japón ($6,38 Mil millones), Corea del Sur ($4,06 Mil millones) y Brasil ($3,44 Mil millones).
Los principales orígenes de sus importaciones son China ($15,4 Mil millones), Estados Unidos $11.5 mil millones, Brasil ($5,32 Mil millones), Argentina ($2,77 Mil millones) y Alemania ($2,63 Mil millones.
Desde 2009 hasta finales de 2016, Ecuador recibió unos $13.706 millones de dólares en inversiones chinas, y como contraprestación las empresas de ese país partían con privilegio en las concesiones.
Actualmente, los chinos son los segundos inversores después de Holanda, con 521 millones de dólares.
China es el principal socio comercial de Chile.
A China le interesa vincular a Latinoamérica en su iniciativa de la Franja y la Ruta del Siglo XXI, con la que pretende emular la Ruta de la Seda, una red comercial que data del siglo I A. de C. que conectaba a ese país con el resto de Asia, Europa y el norte de África.
La relación de América Latina con China les beneficia a ambos Estados Unidos vigila con suspicacia esta relación por el temor de perder su hegemonía en la región.
Analista geopolítico.