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Los payasos uniformados no son graciosos
Milciades Ortiz - Publicado:
*Miami / AIPECuando estábamos en el colegio siempre había un payaso en la clase que nos hacía reír, sacaba las peores notas y luego jamás volvimos a saber de él.Me imagino el estupor de los coroneles y generales venezolanos ahora que el payaso de sus tiempos en la Escuela Militar es el presidente de la república y comandante en jefe de las fuerzas armadas.Sin embargo, creo que la payasería de Hugo Chávez va más allá de su genuina ignorancia y toscos modales.Con ello pretende ocultar acciones que no tienen nada de divertido, pero que la opinión pública no llega a captar completamente por su envoltura ocurrente.¿Quién puede atribuirle malas intenciones a un payaso que el día de los enamorados -en cadena de televisión- le promete a la esposa darle "lo suyo" esa noche? Tan pronto como el presidente Chávez regresó de la reunión del Grupo de Río en Santiago de Chile, la vicepresidenta y la ministro de Salud y Desarrollo Social le urgieron decretar un estado de emergencia nacional por la creciente y mortal epidemia de dengue que sufren los venezolanos.La respuesta presidencial fue un rotundo "no" porque ello sería políticamente inconveniente.Chávez decidió más bien incorporar a las fuerzas armadas al combate contra el mosquito.Es decir, decidió la militarización de otro aspecto de la vida nacional.Ya quedan pocas actividades donde el venezolano no se topa con un uniformado, quien procede a ordenarle lo que tiene que hacer, cómo y cuándo.Y en cuanto a apertura comercial, en días recientes y desde La Habana, el canciller Luis Alfonso Dávila anunció que Venezuela no formará parte del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).En el primer año del gobierno de Chávez ocurrió la peor tragedia natural en la historia de Venezuela, cuando las lluvias destruyeron poblaciones enteras en la zona costera del estado Vargas.De inmediato, el gobierno de Estados Unidos ofreció ayuda y despachó dos barcos con tractores, medicinas e ingenieros para colaborar en la reconstrucción de la zona afectada.Esa ayuda fue rechazada por el gobierno de Chávez y los barcos americanos regresaron a sus puertos.Veinte meses más tarde, casi nada ha sido reconstruido, la gente sigue sufriendo, pero Chávez se dio el lujo de rechazar la ayuda norteamericana, ganándose así el beneplácito de su héroe Fidel Castro.Fuera de algunos pocos antisemitas que pretenden que los campos de concentración de Auschwitz, Bikenau y Mauthausen nunca existieron, nadie duda que Hitler y los nacionalsocialistas alemanes asesinaron a alrededor de seis millones de judíos.Sin embargo, el número de civiles muertos bajo el nazismo es considerablemente inferior al de los muertos bajo el comunismo soviético o bajo el comunismo chino, por lo que sorprende que el marxismo siga siendo visto por muchos hoy en día como una bien intencionada utopía.La hambruna causada por las políticas comunistas rusas entre 1921 y 1922 resultaron en 4 millones de muertes y en la China comunista, desde 1958 a 1961, en 27 millones de muertos.Otros 8 millones murieron de hambre en Ucrania en 1932.En total, la Unión Soviética mató de hambre o envió al paredón a 40 millones de sus ciudadanos, mientras que Mao causó la muerte de 45 millones de chinos.Sin embargo, en su reciente visita a China, Hugo Chávez se identificó como gran admirador de Mao Tse-tung.Francamente, yo no comprendo cómo políticos y presidentes latinoamericanos se abrazan con Fidel Castro, el heredero de Lenin y Stalin en nuestro continente, a la vez que pactan alegremente con Hugo Chávez, recientemente designado por Castro como su sucesor.Algo está verdaderamente podrido en nuestro hemisferio.(c)* Director de la agencia de prensa AIPE y académico asociado del Cato Institute.www.aipenet.com