¡Mi Dios está vivo!
Decimos que nuestro Dios está vivo porque creemos en la resurrección, creemos en que Jesús muere por darnos vida eterna, no importa lo que diga el mundo, estamos seguros de que su predicación era cierta y que tenemos la verdad revelada en sus palabras.
Él le da libertad al hombre, el libre albedrío de elegir el bien y el mal, pero debe atenerse a sus consecuencias, toda acción tiene una reacción. Foto: EFE.
En este mundo posmoderno donde la gente está en su zona de confort, muchos rechazan a Dios; dicen que es una idea, un mero ente, es decir, existe porque yo le doy existencia o no, que es un cuento, per se, no existe.
Hasta han comenzado a destruir toda noción de su creación, la familia está siendo atacada, en algunos países se ha cambiado el término padre y madre por el de progenitor, se ha prohibido hacer oración en colegios o entidades del Estado, so pena de cárcel y se ha exigido el aborto legal, expedito, gratuito con el lema “Ni una menos”.
El hombre ha estado jugando a ser Dios, desde hace un tiempo, recrearon la partícula divina también conocida como el Bosón de Higgs, en aras de la ciencia, clonaron seres vivos y no olvidemos los cambios de sexo.
Podemos seguir hablando de cómo se destruye el medio ambiente y afecta de forma directa a los demás seres vivos sin remordimiento.
Pero, nos interesa presentar lo bueno que hay en el mundo, ya que por más que exista el mal, también existe el bien; Dios no nos ha dejado solos ni a la deriva, él siempre está con nosotros, sobre todo en los momentos más difíciles.
Desde el principio, el hombre cayó de la gracia de Dios, por nuestro egoísmo, queríamos ser como dioses, no nos bastó con ser criaturas, buscamos estar a la par, es por ello que le fue muy sencillo al diablo (el tentador, el que divide) usar esto para apartarnos de la gracia.
Más aun, después de caer de su gracia, Dios no nos apartó de su corazón y prometió un Salvador, envió primero a los profetas para ir preparando el camino y dio sus mandamientos al pueblo, mas estos tenían el corazón endurecido y siempre se apartaban en busca de cosas del mundo.
Entonces, hizo un acto de misericordia con el hombre (el amor de Dios que va más allá de la razón del hombre), envió a su hijo único, engendrado, no creado para salvarnos, Dios de Dios, luz de luz, para salvar al esclavo entregó a su hijo, lo dio para derramar su sangre, en un pacto por el cual entregó la salvación a la humanidad.
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Algunos dicen que ya estamos salvos, que no importa lo que hagamos ya está hecho, pero también es cierto que debemos ser dignos de este regalo, no todo el que dice ser creyente lo es. Frente a lo que dice el mundo, nosotros como creyentes nos mantenemos firmes.
Decimos que nuestro Dios está vivo porque creemos en la resurrección, creemos en que Jesús muere por darnos vida eterna, no importa lo que diga el mundo, estamos seguros de que su predicación era cierta y que tenemos la verdad revelada en sus palabras.
Es cierto que existe tribulación en el mundo, pero algo que debemos tener presente es que el Señor de este mundo en el que estamos, es Satanás, hace mucho tiempo que el hombre entregó este reino a este ser, por ello es que vemos que prolifera la maldad.
¿Por qué Dios no actúa?
Él le da libertad al hombre, el libre albedrío de elegir el bien y el mal, pero debe atenerse a sus consecuencias, toda acción tiene una reacción.
Deja que crezca la cizaña con el trigo y, en su momento propicio, serán separados, no debemos olvidar que Dios es padre, por lo tanto, nunca nos ha apartado de su corazón, tenemos un lugar muy importante en él.
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No olvidemos que Dios está con nosotros siempre, no es una idea ni menos una noción de algo, es el Creador y sustentador de toda vida.Que Dios bendiga nuestros hogares, familias y la tierra donde habitamos.
Bendiciones.
Arzobispo Anglicano.