Panamá, la gema por conocer
Panamá, la gema por conocer
La semana pasada en la Comisión de Turismo de APEDE escuchamos la llamativa ponencia de Lisbeth Brito, Gerente de Inteligencia de Negocio de PROMTUR, Fondo de Promoción Turística de Panamá, que es la Organización de Mercadeo de Destino (DMO) internacional encargada de la promoción y comercialización de Panamá como destino turístico mundial, siendo su objetivo atraer visitantes, incrementar la contribución económica del turismo y promover los atractivos naturales, culturales y patrimoniales del país, trabajando en estrecha colaboración con la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP).
Todo aquello en una semana donde fuimos anfitriones de los Premios Juventud 2025, evento musical y de entretenimiento realizado por vez primera fuera de Estados Unidos en una noche plena de música, cultura y emoción, con proyección directa internacional a través de Univisión, que puso a nuestro país en la mirada del mundo.
Durante el conversatorio de Brito, preñado de cifras y estadísticas puntuales, resalta inicialmente la importancia cada vez mayor de la industria sin chimeneas al Producto Interno Bruto Directo (PIB) representando el 8% y fungiendo como el cuarto sector con mayor aporte a la economía nacional, generando el 9.7% de empleo total en el país como el tercer sector con mayor generación de empleo directo.
Todos los indicadores reflejan una tendencia positiva en la actividad turística siendo el primer semestre de 2025 el mejor en la historia de Panamá, siendo Estados Unidos el mercado que más aporta en volúmenes y potencial de crecimiento de turistas hacia el istmo.
Cifras alentadoras que irán in crescendo con la estabilización de la economía, el aumento de la inversión extranjera y la reestructuración con enfoque hacia provincias que nos brindará la línea ferroviaria desde Ciudad de Panamá hasta la frontera con Costa Rica.
Resulta primordial y como complemento al refulgente burbujeo del turismo realzar noveles magnetos turísticos en ambas costas con la implementación de un sistema nacional de carreteras que permita el desahogo del turismo hacia provincias, tal cual ha logrado Costa Rica con la inversión en el mejoramiento de la Carretera Interamericana Norte que permitió el pleno desarrollo de la Costa Dorada en la provincia de Guanacaste y República Dominicana, facilitando el acceso a destinos naturales como playas y montañas, conectando importantes centros de turismo a través de la Carretera Turística La Cumbre entre Santiago y Puerto Plata, al igual que el Boulevard Turístico del Atlántico que facilitó el acceso a la península de Samaná, zona de gran atractivo turístico.
Todo aquello resaltando la eminencia histórica de Panamá en el desarrollo histórico del comercio mundial, apuntando inicialmente al descubrimiento de Balboa quien divisó el vasto Mar del Sur desde la cumbre del cerro Pechito Parao en Darién, sitio obligatorio de visita para miles de turistas interesados en aquello como génesis de la subsecuente prosperidad global. Continuando el cordón umbilical de la colonia, remozando las ruinas de la ciudadela de Panamá la Vieja para que el visitante pueda concebir todas las actividades de la época, tapizando el teatro con galeones, complementando el boceto con la reconstrucción del Camino Real hasta Portobelo para que el turista pueda transitar esa importante arteria donde transitó sobre los lomos de mulas la mayor cantidad de oro en la historia universal. Algo así como el Camino de Santiago de Compostela a este lado del Atlántico.
La recreación y el fomento de este tipo de proyectos permitiría engendrar el desarrollo pleno del turismo, resaltando el verdor de nuestra exuberancia ecológica, inspirando un turismo global, auténtico reflejo de nuestro aporte cual Fenicios del siglo XXI.