Pobreza de aprendizaje
La pandemia de la COVID-19 representa una amenaza para el avance de la educación en todo el mundo, ya que tiene dos impactos significativos: El cierre prácticamente universal de las escuelas de todos los niveles y la recesión económica generada por las medidas de control ...
El cierre de escuelas provocará pérdidas de aprendizaje, aumento de la deserción escolar y mayor desigualdad. Foto: Archivo.
La palabra pobreza, generalmente, nos dice poco acerca de los estudiantes. Pobreza es una palabra poco entendida.
Pobreza y la educación son términos bastante desconocidos.
Cuando los estudiantes presentan una mala nutrición y tienen pocas atenciones de salud, a estos se les dificulta escuchar, concentrarse y aprender. Esto puede afectar la capacidad de lectura, destrezas y otras habilidades que se espera de los estudiantes.
La incorrecta alimentación también afecta el comportamiento e impactan el aprendizaje. Los estudiantes, a menudo, pueden parecer apáticos (con poca energía) o hiperactivos (con un nivel de azúcar ‘alto').
Hay que conformar un plan de cómo confrontar los problemas que tiene la educación panameña respecto a la pobreza y el impacto de la misma en el aprendizaje.
La pandemia de la COVID-19 (coronavirus) representa una amenaza para el avance de la educación en todo el mundo, ya que tiene dos impactos significativos:
-El cierre prácticamente universal de las escuelas de todos los niveles.
-La recesión económica generada por las medidas de control de la pandemia.
Hay que realizar esfuerzos oportunos para contrarrestar estos efectos, el cierre de escuelas provocará pérdidas de aprendizaje, aumento de la deserción escolar y mayor desigualdad, y la crisis económica, que afecta a los hogares, aumentará el daño debido a la disminución de la oferta y demanda educativa.
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Esos dos impactos tendrán, un costo a largo plazo sobre el capital humano y el bienestar.
Sin embargo, si los responsables de la educación (gobierno, comunidad educativa, gremios docentes, padres de familias, etc.) reaccionan en conjunto y con rapidez para lograr que el aprendizaje no se interrumpa, pueden suavizar el daño e incluso transformar la recuperación en una nueva oportunidad.
Las respuestas, en materia de políticas que se necesitan para alcanzar esa meta, pueden resumirse en tres etapas superpuestas:
Enfrentar la situación, Gestionar la continuidad, Mejorar y acelerar las actividades.
En la implementación de políticas educativas de Estado, el objetivo de los sistemas educativos debe ser recuperado, pero no repetir lo hecho anteriormente, dado que en Panamá la situación antes de la pandemia ya se caracterizaba por un grado de aprendizaje demasiado bajo, altos niveles de desigualdad y avances lentos.
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Ahora, Panamá tiene la oportunidad de “renovar en mejores condiciones”: pueden utilizar las estrategias más eficaces de recuperación después de una crisis como base para introducir mejoras a largo plazo en áreas como las evaluaciones, la pedagogía, la tecnología, el financiamiento y la participación de los padres.
Docente.