Por qué la constituyente
... los panameños buenos deben involucrarse desde ya, para escoger los mejores constituyentes. Si no lo hacemos, y descansamos en que las firmas no se van a obtener, corremos el riesgo de dejar el país nuevamente en manos de los malos panameños.
- Álvaro Batista
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- - Publicado: 26/4/2021 - 12:00 am
Entiéndase constitución como un contrato firmado por todos los panameños, para ponernos de acuerdo en cómo queremos que sean las condiciones en el país. No es para regular detalles específicos, para eso están las leyes. Para que un país soberano e independiente pueda crear una nueva constitución, conceptualmente existen dos mecanismos: la constituyente originaria y la constituyente paralela.
Llámese constituyente originaria, aquella que nace espontánea e históricamente producto de un proceso bélico o revolucionario, en donde un grupo político, militar, o el pueblo, se vuelca a la calle y exige una nueva constitución. Aunque esta fórmula suena heroica, lleva consigo una explosión social violenta, con las respectivas consecuencias de una confrontación política convulsionada.
Luego, la llamada constituyente paralela, es aquella en donde la propia constitución establece la fórmula para implementarla. En el caso de Panamá, esta fórmula la encontramos en el artículo 314 de la Constitución Nacional Vigente.
Allí, encontramos 3 maneras de convocar la constituyente: 1) La convocatoria la hace el Presidente 2) la convocatoria la hace la Asamblea Nacional, y 3) la convocatoria la hace el Pueblo con el 20% de las firmas del electorado. En las dos primeras alternativas, las reglas las ponen ellos mismos, es decir, el presidente o los diputados. La última, la verdaderamente democrática, la del pueblo, las reglas las pone el Tribunal Electoral.
Qué ocurriría si la convoca el Presidente o la Asamblea Nacional. No les interesa cambiar nada. Ellos quieren mantener el estatus quo, así como sus beneficios y prebendas. Con estas fórmulas, no se lograrían los objetivos necesarios que debemos procurar.
Por ello, desde nuestra perspectiva, el mecanismo ideal para una nueva constitución, es la convocatoria popular y democrática que nos permite la propia constitución, con el aval del 20% de la población votante, cantidad que oscila en los 584,0000.00 panameños con derecho a voto. Esta es una oportunidad única que tendrá nuestra generación.
Se pretende arrancar con la de recolección de firmas, en el mes de mayo, y se contará con un máximo de 6 meses para reunir las firmas. En nuestra opinión, las firmas se van a obtener sin ninguna duda. Esto, debido a que el país requiere de cambios urgentes. La gente está hastiada de la situación política en la que vivimos, donde reina la impunidad y la corrupción.
Así las cosas, es válido preguntarse: ¿Cómo podemos sentarnos en una mesa 4 millones de panameños a redactar una nueva constitución? La solución es confiándoles dicho encargo a 60 notables panameños, que demuestren un alto grado de conocimiento y experiencia, pero sobre todo, comprobada probidad y honradez.
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A estos notables panameños les conoceremos como "los constituyentes". Podrán ser propuestos por los partidos políticos, o de libre postulación. El mecanismo lo establece el Tribunal Electoral.
Entiéndase entonces La Constituyente, como un cuerpo colegiado de 60 notables panameños, que redactarán la nueva constitución, quienes luego de discutir y aprobar entre ellos mismos el proyecto de la nueva constitución, esta será sometida al pueblo para que la apruebe o rechace mediante referéndum.
Finalmente, quiénes se oponen a la Constituyente, hay dos tendencias: 1) Grupos económicos, que basan su argumento en que nuestra economía está muy golpeada, y que cambiar las reglas del juego en este momento, traería consigo un grave retroceso; 2) La clase política rancia y tradicional, que no pretende que le toquen sus innumerables beneficios.
Frente al único argumento válido, es decir, el de los grupos económicos, yo quiero manifestarles que la constituyente empieza a tomar mucha fuerza, porque el país no aguanta más el rumbo que lleva.
Toda crisis representa una oportunidad, y en este caso, no es distinto. Si mis predicciones son correctas, los panameños buenos deben involucrarse desde ya, para escoger los mejores constituyentes. Si no lo hacemos, y descansamos en que las firmas no se van a obtener, corremos el riesgo de dejar el país nuevamente en manos de los malos panameños.
Si nos mantenemos al margen y no nos involucramos, el resultado será que intereses mezquinos y agendas egoístas, se apoderen del debate, y nos impongan sus reglas.
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Luego será muy tarde, y nos resignaremos a ser espectadores, mientras los protagonistas, piratas y ladrones, nos roban el mandado, para continuar saqueando a Panamá. No vale la pena apostarle a la espera. El momento es ahora.
Abogado.
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