Propaganda y debates

Son dos temas que quiero tratar antes de que pasen las elecciones que se llevarán a cabo el próximo 4 de mayo; digo esto porque los temas a los que me refiero han dejado mucho que desear en el ámbito ciudadano y no han llenado las expectativas que los panameños esperábamos. Hablemos primero de las propagandas, que algunas han sido muy dañinas, de ambos lados, pero el Tribunal Electoral ha eliminado unas y no ha visto otras. Sin embargo, quiero aclarar que confío plenamente en el Tribunal porque no considero que pueda hacerse ningún fraude electoral, ya que sería un retraso inmenso en cuanto a la endeble democracia que vivimos y que cada uno de nosotros siente el deseo de fortalecer para que no nos suceda lo que en 1968 y tampoco para que nos lleve a lo que viven nuestros hermanos venezolanos, de lo que estarían algunos muy satisfechos, ya que reciben apoyo del Gobierno actual de aquel país y quieren retribuirlo.

Veo una propaganda en la que juegan billar y dicen algo que contradice lo que José Domingo Arias dice en sus propagandas sobre cero intermediarios. Sin embargo, siguen los canales aceptándola, a pesar de que TVN dijo que no aceptaría más propagandas que mintieran o que fueran negativas: pudo más lo económico o lo adverso al Gobierno, que cumplir su palabra.

Estoy de acuerdo con que se hagan propagandas de ambos lados, pero con respeto y consideración.

LOS DEBATES TAMPOCO HAN LLENADO MIS EXPECTATIVAS PORQUE ESPERABA ALGO MÁS PROFUNDO, SIN INSULTOS, SOBRE TODO PERSONALES Y SIN QUERER REBAJAR A LOS CONTENDORES PORQUE CUANDO SE ACTÚA EN ESA FORMA ES PORQUE NO SE TIENE NADA POSITIVO QUE MOSTRAR...

Si bien es cierto que la mayoría de los medios de comunicación son adversos al Gobierno actual, mi criterio es que en una campaña electoral debieran ser objetivos e imparciales para evitar situaciones desagradables y que ellos mismos aupan. Creo que se ha perdido el respeto por todos los panameños que escuchamos o vemos o leemos esos medios y nos están faltando todo con su comportamiento.

En cuanto a los debates, tampoco han llenado mis expectativas, porque yo esperaba algo más profundo, sin insultos, sobre todo personales y sin querer rebajar a los contendores, porque cuando se actúa en esa forma es porque no se tiene nada positivo que mostrar y quien así se comporta, es quien pierde. ¿Cómo es posible que el señor Juan Carlos Varela, en el debate de la Cámara de Comercio, le hizo público a otro candidato problemas personales y el moderador no lo detuvo y permitió que se lo dijera en dos ocasiones? Eso no es ser un buen moderador porque se vio que estaba parcializado con Varela y ese no es su papel. Dejó mucho que desear y no estuvo a la altura de un buen moderador. Y para colmo de males, fue buscado otra vez en la Universidad, donde repitió nuevamente su inclinación hacia uno de los 7 candidatos sin tener asco en demostrarlo. Pero cuando otro candidato mostró documentos en contra de su preferido, enseguida lo detuvo. Tampoco pudo controlar el comportamiento inculto del público con sus abucheos y falta de respeto.

En el foro sobre turismo, el señor Juan Carlos Navarro hizo acusaciones a Varela y él le respondió, lo que estuvo fuera de lugar, porque el foro era sobre turismo y no de insultos. El moderador mostró inclinación hacia Navarro, cometiendo el mismo error que en los otros. Se ve que no estamos preparados para la cultura de los debates y la gran cantidad de propaganda en una campaña política. Solo quiero recordar por enésima vez cómo fue la campaña de 1968 y a qué nos llevó; fueron 21 años de dictadura militar por el error de los políticos de antaño. Si ahora queremos repetir otra equivocación, que Dios nos coja confesados, porque será peor que la militar, será de la izquierda que está muerta de risa y propugnando por esos errores para pescar en río revuelto.

La verdad es que ningún foro o debate ha estado a la altura. El pasado domingo vi una mesa redonda en TVN y el moderador también se inclinaba hacia el representante de Varela permitiéndole que hablara, aun a la vez que otra invitada, sin respeto a que era una dama.

Señores, tienen mucho que aprender y si no lo hacen, perderán sus posiciones y no encontrarán nuevos empleos para llevar esta clase de programas. Maduremos y seamos cultos, objetivos e imparciales.