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Ricardo J. Alfaro Jované, diplomático ejemplar
Roberto Montañez - Publicado:
Ricardo J.Alfaro nació en la ciudad de Panamá el 20 de agosto de 1882 y, es considerado por los historiadores nacionales como la personalidad intelectual más sobresaliente del Siglo XX.De este ilustre patricio podríamos destacar sus grandes virtudes ciudadanas, sus profundas convicciones democráticas y patrióticas como sus extraordinarios aportes en la política, su condición de académico, jurisconsulto, escritor, periodista, político, historiador y constitucionalista, pero en esta conmemoración del 126° aniversario de su nacimiento es oportuno resaltar su trayectoria como diplomático.Desde su juventud se incorporó a la Secretaría de Relaciones Exteriores, ocupando diversos cargos: jefe de los Archivos, embajador, negociador, canciller y consultor.Reconocido como un internacionalista de prestigio mundial, representó a Panamá en Washington y Naciones Unidas.Fue un negociador de Tratados con Estados Unidos, en 1931 fue elegido Magistrado de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, presidió la delegación panameña a la Primera Asamblea General de la ONU, en San Francisco, que discutió y aprobó la Carta de Derechos Fundamentales y teniendo la responsabilidad de presidir el Comité que revisó la traducción al español de la Carta de las Naciones Unidas.Incursionó en la actividad diplomática y se destacó por su coherencia en aportes doctrinales en política exterior dentro de la mayor juridicidad sosteniendo puntos de vista nacionales enmarcados en el objetivo histórico de alcanzar la soberanía en la Zona del Canal.Además, como representante en Naciones Unidas expuso con firmeza la posición pacifista del país en asuntos hemisféricos y mundiales, fue un conciliador por excelencia abogando por la solución pacífica de las controversias y la proscripción del uso de la fuerza en las relaciones internacionales.Durante los debates de la Conferencia de San Francisco en 1945, visualizó el compromiso con la paz que debía desempeñar la ONU: "la Organización no debe jugar un papel limitado y exclusivo de un policía.La Organización es más que eso: va a constituir el Gobierno del mundo que debe sujetarse a la regla de derecho que es el Derecho Internacional que habrá de tener siempre a la justicia como objetivo fundamental".El Dr.Alfaro poseía una vasta solvencia intelectual y fue un testigo privilegiado de las transformaciones del mundo en plena Guerra Fría y distinguiéndose por la defensa de los inalienables derechos de la soberanía nacional sobre la Zona del Canal; además de ser un firme defensor de la plena vigencia de los propósitos y principios de la Carta de la Naciones Unidas.A la visión de este diplomático ejemplar, también se destacan los aportes y la agudeza intelectual de Eusebio A.Morales, Belisario Porras, Harmodio Arias Madrid, Eduardo Ritter Aíslán, Miguel J.Moreno, Roberto Arias Guardia, Narciso Garay, Octavio Fábrega, Galileo Solís, Arturo Morgan Morales, Diógenes de la Rosa, Aquilino Boyd, Ernesto Castillero Pimentel, César Quintero, Dídimo Ríos, Juan Antonio Tack y el Dr.Jorge Illueca, diplomáticos de acendrado nacionalismo que fueron parte del alpinismo generacional en la lucha por la reversión del Canal a la jurisdicción panameña.El Colegio Nacional de Diplomáticos de Carrera rinde tributo en esta fecha a la conmemoración del natalicio del Dr.Alfaro celebrando el Día del Diplomático, como homenaje de reconocimiento a sus virtudes ciudadanas y patrióticas, en momentos en que nuestro país aspira afianzar su presencia en los escenarios mundiales ante el desafío histórico de reinaugurar el próximo lustro con recursos propios, un Canal moderno y eficiente al trafico marítimo internacional en la conmemoración de su centenario.