Mulino promete hacer respetar a Panamá y recuperar el buen nombre

José Raúl Mulino fue juramentado, este lunes 1 de julio, como presidente de la República de Panamá para el período 2024-2029.

Tras recibir la banda presidencial de manos de la presidenta de la Asamblea Nacional, Dana Castañeda, Mulino no pudo contener las lágrimas al cumplir uno de sus sueños más grandes que era ser presidente de los panameños. 

En su discurso, Mulino dijo que tendrá que enfrentar duros retos para sacar a Panamá del atolladero donde lo dejaron por los excesos, irresponsabilidad y malas decisiones del gobierno, más bien, la ausencia de gobierno.

Mulino resaltó que recibieron una economía seriamente afectada y no solo  perdieron parcialmente el grado de inversión, sino también miles de empleos y la confianza de invertir en el país. 

De acuerdo con el mandatario, el estado de las finanzas públicas es preocupante y de esta situación no se escapa ninguna institución.

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“Se nota cómo unos pocos hicieron una gran fiesta y la cuenta la pagó la población con sacrificio, pérdida de ingresos y oportunidades. Desde hoy esa fiesta llega a su fin y la cuenta la van a tener que pagar los que la gozaron, no quienes la padecieron”, agregó. 

El mandatario prometió que con su equipo de gobierno dará vuelta a la economía y echará a andar el progreso y aseguró que hará un gobierno enfocado principalmente en resolver el problema de la gran mayoría de los panameños. “Eso no significa acabar con la riqueza sino combatir la pobreza”.

De igual manera, expresó que no puede ser que un país que está a punto de ser miembro del Consejo de Seguridad de la ONU lo pongan en estas listas, junto a países que ese mismo Consejo condena por actos y participación contrarios a la paz y al orden internacional. 

Agregó que Panamá es un país amigo de las buenas causas y no permitirán más señalamientos que perjudiquen la capacidad económica, manchen el prestigio y socaven la imagen del país.

“Voy a hacer respetar a Panamá y recuperar nuestro buen nombre que ha sido mancillado arbitrariamente por países que jamás aplicarían en sus territorios las leyes que ellos nos exigen”, enfatizó. 

Por otro lado, el presidente recordó que le tocó sufrir a él y a su familia en carne propia un sistema político-judicial y mediático que operaba en mancuerna para someter, de la manera más cobarde e inescrupulosa, a sus adversarios.

“Yo salí victorioso, si se puede llamar victorioso cuando alguien sufre una injusticia, pero esa herramienta de opresión y judicialización del Estado, persiste y tiene a muchos aún luchando por no perder su libertad”,  añadió. 

Sobre el tema migratorio, Mulino dijo que no permitirá que Panamá sea un camino abierto a miles de personas que ingresan ilegalmente al país aupados por toda una organización internacional relacionada con el narcotráfico y el tráfico de personas.  

“No podemos seguir financiando el costo económico y social que la inmigración ilegal masiva genera al país con la consiguiente vinculación de organizaciones criminales internacionales que generan inseguridad a nivel internacional y obligan a cientos de unidades del Servicio Nacional de Fronteras y Aeronaval a descuidar nuestra seguridad territorial y marítima en otros puntos del país”, sostuvo. 

Mulino aseguró que Panamá no será más un país de tránsito para los ilegales y no permitirá complicidades locales. 

“Voy a hacer respetar a Panamá y recuperar nuestro buen nombre que ha sido mancillado arbitrariamente por países que jamás aplicarían en sus territorios las leyes que ellos nos exigen”, enfatizó. 

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