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¿Muertes de ngöbes? Las dos caras de la moneda
Melquiades Vásquez - Publicado:
Sentía dolor en todas las partes del cuerpo, ya no podía sostenerse en pie, tenía el semblante pálido y todos los síntomas de una posible tuberculosis crónica; vómito y diarrea, además de la escasa alimentación, podrían ser las causas de la muerte de Cristóbal Cortez, un humilde indígena de la comunidad Ngöbe Buglé de Virotal.Cortez es sólo una de las 23 víctimas fatales, en su mayoría niños, que se han registrado entre miembros de esta etnia, tal como lo anunciara el dirigente Buenaventura Carpintero, pero que desmiente el Dr.Carlos Rivera, director regional de Salud.El humilde indígena presentaba síntomas similares a una tuberculosis, además de crónicos problemas respiratorios, por lo que se decidió trasladarlo del Vitoral -comunidad donde residía- hacia el hospital de Veraguas, donde murió.El paciente, con más de 50 años, recibió atención intrahospitalaria, pero no mejoró por la delicada condición de salud, atribuida a la poca alimentación y otras causas, entre las que no se descarta, el no hervir el agua antes de su consumo.LA CONTRAPARTEEl dirigente Carpintero aseguró que la distancia y la falta de recursos económicos de los residentes de esta apartada región del país les impide acudir a un centro de salud, que no existe en áreas cercanas, por lo que se han visto en la necesidad de recurrir a curanderos.Todas las víctimas fatales han presentado síntomas similares, diarrea, vómito y fiebre.En ese sentido, Carpintero hizo el llamado al ministro de Salud, José Terán, para que visite el área y observe la situación que se vive en las comunidades donde ya han fallecido un número plural de personas.En tanto, que Justino Miranda, residente en la comunidad de El Peñón, reveló que algunas de las enfermedades que padecen los habitantes en la región comercial se atribuyen a la falta de conocimiento y educación.El vocero citó como ejemplo el hecho de que muchos de estos indígenas no están hirviendo el agua, además que no se han exigido la construcción de un acueducto.Miranda insistió que la mayoría de los casos de epidemia (diarrea y vómitos), se deben a que el agua que se bebe no es potable, ya que todavía muchas comunidades carecen de proyectos que mejoren estos servicios que ayudan a la población campesina.Agrega que se ingiere el líquido directamente de las quebradas, ríos y pozos improvisados, que están contaminados.Unido a esto, detalla Miranda, está la falta de una alimentación apropiada, lo cual contribuye a la resistencia ante las enfermedades de las personas sobre todo en los infantes y los ancianos.Indicó que las giras médicas esporádicas no son suficientes para aliviar los síntomas que están padeciendo los indígenas de las comunidades apartadas.Consultadas sobre el tema, las autoridades del Ministerio de Salud en esta provincia, han señalado que no hay casos de deceso por las patologías que especifican los indígenas, y por el contrario podría tratarse de casos esporádicos y no de una epidemia en esa región norte de la comarca Ngöbe Buglé.Precisan además que la situación detectada son casos de personas que sufren de parasitosis, anemia, resfriado, piodermitis, amebiasis y otras que afectan a la población.A pesar de desmentir la epidemia, Buenaventura Carpintero, Miranda y Guerra han demostrado un testimonio fehaciente de los decesos en la comarca.