Violencia escolar en Veraguas enciende alarmas y moviliza a las autoridades
En días recientes, se convocó una reunión de carácter urgente en la dirección regional de educación para atender la situación que amenaza con desbordarse.
De acuerdo con reportes de la comunidad educativa, en los últimos meses se han registrado múltiples episodios de riñas, agresiones verbales y físicas, así como amenazas dentro y fuera de los recintos escolares. Foto. Melquíades Vásquez
La creciente ola de violencia escolar que afecta a varios planteles de la provincia de Veraguas, incluyendo algunos ubicados en la capital provincial, ha generado preocupación entre padres de familia, autoridades educativas y de seguridad.
En días recientes, se convocó una reunión de carácter urgente en la dirección regional de educación para atender la situación que amenaza con desbordarse y poner en riesgo la integridad física y emocional de los estudiantes y hasta de los docentes.
Uno de los principales temas a raíz de lo sucedido en la violenta trifulca en el Colegio José Santos Puga, fue la de que hay una cantidad considerable de padres y madres de familias que no asisten a las citaciones en los planteles educativos cuando sus hijos o acudidos enfrentan casos de mal comportamiento escolar.
La convocatoria reunió a un amplio grupo de autoridades y actores sociales: la gobernadora de Veraguas, Hildemarta Riera; la directora regional del Ministerio de Educación, María Pimentel; representantes del gabinete psicopedagógico del Meduca; la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf); el subcomisionado Noel Haynes, jefe de la Policía Nacional en la provincia; el Ministerio de Salud; miembros de la Asociación de Padres de Familia; además de directores de varios colegios donde ya se han registrado incidentes, entre ellos Carmen Hernández, directora del colegio José Santos Puga.
Un problema que va en aumento
De acuerdo con reportes de la comunidad educativa, en los últimos meses se han registrado múltiples episodios de riñas, agresiones verbales y físicas, así como amenazas dentro y fuera de los recintos escolares.
Algunos casos han circulado en redes sociales, lo que ha encendido aún más la alarma en la sociedad veragüense, entre estos la circulación de videos y fotografías de los propios estudiantes en actos denigrantes y de preocupación para la comunidad ante el riesgo de probables copias de grupos delincuenciales que operan en otras sociedades.
La directora regional del Meduca, María Pimentel, reconoció que el problema no se limita a un solo plantel, sino que se extiende a varios centros educativos de la provincia. “Estamos frente a una situación que requiere un trabajo conjunto, no solo de los docentes y directivos, sino también de los padres de familia y de toda la comunidad”, manifestó.
Voces de alerta
La gobernadora Hildemarta Riera subrayó la urgencia de tomar medidas preventivas y correctivas. “No podemos permitir que la violencia se normalice en las escuelas. Los jóvenes merecen un ambiente seguro y propicio para aprender”, expresó.
Por su parte, el subcomisionado Noel Haynes adelantó que la Policía Nacional reforzará la vigilancia en las inmediaciones de algunos centros educativos considerados de “alto riesgo” y se fortalecerán los programas de orientación a estudiantes de manera coordinada con otras instituciones y autoridades.
Los psicólogos y trabajadores sociales del gabinete psicopedagógico coincidieron en señalar que muchos de los episodios violentos tienen su raíz en problemas familiares, falta de comunicación y el uso excesivo de redes sociales, donde en ocasiones se promueve y hasta se celebra la violencia.
Padres de familia y directivos piden soluciones
Carmen Hernández, directora del colegio José Santos Puga, uno de los planteles más señalados en recientes incidentes, solicitó mayor apoyo en la implementación de programas de mediación y convivencia escolar. “Los docentes hacemos lo que está en nuestras manos, pero necesitamos respaldo institucional y de la comunidad y de manera especial de los padres de familias”, indicó.
Mientras tanto, Jorge Enrique Caballero representante de la Asociación de Padres de Familia manifestó su preocupación por la seguridad de sus hijos.
Pidieron a las autoridades del Estado políticas claras y efectivas contra la violencia estudiantil y recalcó la urgente necesidad de cambiar la ley del menor creada por la ex legisladora Teresita de Arias, que contiene artículos que impide parte de los correctivos que pudieran aplicar los padres de familias para sacar a los menores de estos problemas.
Plan de acción
En la reunión se acordó elaborar un plan interinstitucional que incluye:
· Talleres de orientación para padres, estudiantes y docentes.
· Programas de mediación escolar y resolución pacífica de conflictos.
· Refuerzo de la seguridad en áreas críticas.
· Mayor presencia del Meduca y la Senniaf en casos de reincidencia.
· Promoción de actividades culturales y deportivas como alternativas al ocio negativo, así como prohibir el uso de los celulares en los estudiantes mientras están horas de clases.
Uno de los elementos que no trataron las autoridades aquí mencionadas durante la convocatoria, es que tipo de análisis o estrategia se tiene para identificar si existe o no la injerencia de grupos criminales organizados que pudieran estar metiendo las manos en los hechos violentos en las escuelas y se hace a través del bulín como erradicarlo.
·Una responsabilidad compartida
La violencia escolar en Veraguas no solo preocupa por los hechos registrados, sino también por el impacto que puede tener en el futuro de cientos de jóvenes. Las autoridades insisten en que enfrentar este fenómeno exige una responsabilidad compartida entre familia, escuela y comunidad.