Panamá
Cerro Patacón, el reto de operar el monstruo de basura
- Miriam Lasso
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El relleno sanitario, es una operación que le ha quedado grande a un consorcio especializado y a la propia gestión del Estado.
Panamá
El relleno sanitario, es una operación que le ha quedado grande a un consorcio especializado y a la propia gestión del Estado.
El Estado panameño no tiene una respuesta clara en cuanto a la operación, el futuro y la eliminación del monstruo, que desde hace más de 15 años, se alimenta de la basura de los 27 corregimientos de la ciudad capital y los nueve del distrito de San Miguelito.
Son más de 900 mil toneladas de basura que cada año llegan al relleno, más de 2,500 toneladas de desechos sólidos diarios, unas 1,700 toneladas que aporta el distrito de Panamá y cerca 600 toneladas que provienen de San Miguelito.
Es el desastre natural más grande en pleno corazón de la ciudad, lo que evidencia el fracaso de una operación que impacta 130 hectáreas directamente y más de 160 por la contaminación, en el Camino de Cruces y las fuentes hídricas que lo rodean.
Es un cementerio de desechos orgánicos, restos de alimentos, basura sólida, papel, cartón, plástico, maderas, llantas, así como el lodo que genera la planta de tratamiento de aguas residuales ubicada en Juan Díaz, explica Álvaro Díaz, director de Servicios Técnicos de la Autoridad de Aseo, Urbano y Domiciliario de Panamá (AAUD).
Dentro del sitio también opera el Sindicato de Recicladores de Panamá, un grupo de personas que se dedican al reciclaje artesanal que aprovechan el cartón, papel, desechos electrónicos, algunos plásticos. Se trata de una Galera de Reciclaje, donde de acuerdo al contrato con Urbalia Panamá S.A., se depositaría el 10% de los que entraba al relleno que, aunque no se cumplió al 100 %, aún se mantiene.
No obstante, el aprovechamiento que se hace de todos los desechos que llegan a Cerro Patacón es mínimo, cerca de un 2%, lo que no es significativo, indica Díaz. "Nunca se implementó un sistema real de aprovechamiento de desechos y la Autoridad de Aseo tampoco lo está haciendo", reconoce el funcionario.
Urbalia Panamá operó el relleno 5,100 días, unos 14 años y 2 meses a un costo de $10.98 centésimos por tonelada de basura, dispuso unos 11.2 millones de toneladas de residuos sólidos domiciliarios, dijo el gerente general de Urbalia Panamá, S. A., Harold Barco, empresa que ahora carga sobre sus hombros el desastre ambiental que deja esta operación.
El contrato con Urbalia contemplaba la recepción de los desechos, la disposición y el aprovechamiento, pero "no fue la mejor operación, se dieron muchas irregularidades y el manejo de esta empresa ha dejado una huella ambiental grave", afirma el director de Servicios Técnicos de la AAUD.
El tratamiento inadecuado a los lixiviados afectó al suelo por donde recorre y los cuerpos hídricos donde se vierten, como los ríos Cárdenas, Mocambo, Guabinoso, entre otros, que luego van a parar en el Canal de Panamá, contaminando las aguas a la salida de las esclusas de Miraflores, detalló la AAUD.
"Esto ocurre, porque no se captan las aguas lixiviadas a través de drenajes, tuberías o un sistema completo que las canalice, de tal manera que vayan a una planta de tratamiento que decante, procese y purifique, para un nuevo uso", indicaba la entidad hace casi dos años.
Agregó, irregularidad en el manejo del gas metano, producto de la descomposición de la basura, los cuales deben ser captados y procesados en una planta de tratamiento para su aprovechamiento, para generar energía, calor y electricidad. Sin embargo, solo se capturaba un 20% y el resto se perdía en el aire, lo que es altamente contaminante, produciendo un efecto invernadero.
Tras la finalización del contrato y en medio del fuego cruzado entre Estado y la saliente Urbalia Panamá, S.A., el Estado, a través de la AAUD, asumió la administración y operación de estas instalaciones.
La AAUD no hace más que un trabajo básico de recibir la basura, pesar los camiones para el cobro a particulares, la disposición en el frente de tiro donde con tractores dispersan y compactan los desechos. Luego de compactado los desechos viene la operación de cubrimiento con tierra, explica Díaz.
Asumir la operación del relleno, es un reto para la AAUD y al cual ha destinado un equipo humano básico para una atención mucho más básica para asegurar la disposición de los desechos. La AAUD destinó unas 20 personas entre ingenieros, técnicos, ayudantes, personal no calificado, supervisores, un ingeniero ambiental y un biólogo. Un poco menos de 5% del cual operaba Urbalia.
A pesar de que la AAUD se preparó meses anteriores a la finalización del contrato con Urbalia Panamá para una operación básica y temporal, Díaz reconoce que la AAUD cuenta con el recurso humano, pero no con los equipos e insumos para asumir esta operación.
Los costos que se están generando en esta operación tampoco eran parte del presupuesto de la institución, y es el Gobierno Central quien asumió la operación, la gestión de recursos y la maquinaria.
"Esto es como un restaurante, donde pides el mejor plato, te lo sirven, te lo comes, te vas sin pagar y luego exiges", dijo el gerente de Urbalia. Sostener mensualmente el relleno sanitario cuesta entre 500 y 600 mil dólares como mínimo.
Fueron 36 meses sin recibir un dólar, incluyendo la pandemia, nunca se cerró y se pagaron 367 empleos directos, dice Urbalia en su defensa.
El Estado declaró un Estado de Emergencia Ambiental para atender crisis en el relleno sanitario, sin que, hasta la fecha, exista una explicación clara sobre el tema.
El relleno sanitario tiene dos problemas a juicio de Díaz; la huella ambiental por el mal manejo que implica una solución que tiene que ver con remediación del sitio y problema de recibo, disposición y el cubrimiento de la basura, que se resuelve con la cotización en línea de la cual resultó el Consorcio Ecolimpia.
El estado de emergencia habla de un desastre ambiental que tiene que ser remediado y perfeccionar la contratación de la empresa que se va a encargar de la operación del relleno sanitario cuanto antes, para que este desastre ambiental no pase a mayores, afirma. "Se supone que el estado de emergencia permite actuar de una manera más efectiva en la solución de estos temas", agregó.
Para el ingeniero Díaz, este proceso debe partir de la evidencia del tamaño del desastre ambiental que existe a causa de la existencia de Cerro Patacón, con esta información, proceder con la remediación que tomará varios años.
En cuanto a la disposición de la basura, está claro que en Panamá se seguirá disponiendo desechos en el Relleno Sanitario de Cerro Patacón, al menos por los próximos cinco años. En ese período, habría que lograr una solución, clausurarlo y emprender una nueva estrategia para el tema de la basura.
Para este último, ya existe un sustento legal contenido en la Ley 276 que aprobó el presidente Laurentino Cortizo en diciembre del 2021, donde se dictan y establecen los nuevos criterios que deben tener prioridad para el manejo de los desechos, puntualizó Díaz.
Díaz le da cinco años mínimo para que Cerro Patacón sea clausulado y en ese tiempo ver la implementación de la nueva estrategia de aprovechamiento de hasta un 70% de los desechos y no la disposición que requiere instalaciones enormes.
El sustento legal para esta nueva estrategia existe y queda al Estado la implementación que todo el país exige, puntualizó el director de Servicios Técnicos de la AAUD.
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