Entre intro y extrovertidos, grandes diferencias
Publicado 2004/06/27 23:00:00
- Dra. Geraldine Emiliani
La personalidad de un individuo, sea extrovertido o introvertido, está marcada por la genética y, a su vez, determina su respuesta sexual. Los introvertidos suelen caracterizarse por un mayor retraimiento del impulso sexual. Suelen buscar satisfacciones en solitario, ya sea tocando un instrumento, coleccionando obras de arte o mediante la introspección reflexiva, que tiene para ellos un valor más profundo que la comunicación con los demás.
En cambio, el extrovertido por ser más sociable, impulsivo, muy activo, charlatanes, despreocupados, optimistas, histriónicos se encuentra en franca competencia con aquella persona más reflexiva, controlada y no sociable. Este es el caso de Manuel cuando nos dice: "mi mujer es muy impulsiva, descuidada y explosiva; yo soy más paciente, retraído, y tengo control de mis actos. Hemos empezado a tener problemas debido a estas diferencias. Temo que influya en nuestra relación sexual".
Manuel está en lo cierto. Sí, puede influir, ya que Cecilia presenta una personalidad extrovertida y su comportamiento sexual es distinto debido a su mayor necesidad de estímulos y en la variación de éstos. Muy por el contrario de Manuel.
Aunque parezca desacertado, los niveles habituales de excitación de la corteza cerebral se presentan más altos en los introvertidos, como el caso de Manuel. De hecho, los extrovertidos son individuos mucho más excitados. Cuanto más activo es el córtex, más inhibido es el comportamiento. Por ejemplo, cuando se ingiere bebidas alcohólicas se reduce el nivel de excitación del córtex cerebral y la conducta se torna extrovertida.
Es decir, el hombre o la mujer con una personalidad retraída tienden a aprender y a recordar con más eficacia que los de personalidad abierta como son los extrovertidos que necesitan constantemente de un cúmulo de estímulos para conseguir la excitación cerebral adecuada. Además, cualquier nueva actividad es iniciada con gran fuerza, con lo que de entrada aprenden con más agilidad y rapidez; pero, esta actitud tan intensa provoca también inhibición reactiva en su sistema nervioso, situación que les obliga a pautas de descanso más frecuentes y a un reemplazo de estímulos, a fin de buscar nuevas fuentes de excitación que les permitan mantener su actividad cerebral, que tiende a inhibirse. Es por ello que se mueven más, hablan más, se aburren fácilmente, buscan con desasosiego la receptividad de nuevos incentivos y actividades excitantes.
De esta manera, la personalidad de un individuo puede intervenir de forma decisiva en el comportamiento sexual. El extrovertido tenderá a tener relaciones sexuales precozmente y variables; y se excitan con más facilidad y experimentan sentimientos sexuales más fuertes. Esta conducta es más apropiada en los jóvenes, porque en ellos la expresión de las emociones suele ser más fácil y los movimientos corporales de exhibición, constituyen una forma manifiesta de excitar a la pareja y de incitarla a una más íntima comunicación. En cambio, los introvertidos manifiestan mayor satisfacción a una edad avanzada.
Del mismo modo, hay que tomar en cuenta otro rasgo de la personalidad como es el neuroticismo o la emotividad. El hombre y la mujer poseedores de este componente padecen de disfunciones sexuales, con sentimientos de culpa y preocupaciones sobre el sexo, aunque se sientan atraídos están más insatisfechos con su vida sexual.
Me parece que el sexo no se organiza de manera uniforme. Hay diferencias que afectan. Conocerse bien servirá para tener un principio de existencia y adaptación más saludable en todos los sentidos.
Psicóloga y sexóloga
(gemiliani@cwpanama.net)
En cambio, el extrovertido por ser más sociable, impulsivo, muy activo, charlatanes, despreocupados, optimistas, histriónicos se encuentra en franca competencia con aquella persona más reflexiva, controlada y no sociable. Este es el caso de Manuel cuando nos dice: "mi mujer es muy impulsiva, descuidada y explosiva; yo soy más paciente, retraído, y tengo control de mis actos. Hemos empezado a tener problemas debido a estas diferencias. Temo que influya en nuestra relación sexual".
Manuel está en lo cierto. Sí, puede influir, ya que Cecilia presenta una personalidad extrovertida y su comportamiento sexual es distinto debido a su mayor necesidad de estímulos y en la variación de éstos. Muy por el contrario de Manuel.
Aunque parezca desacertado, los niveles habituales de excitación de la corteza cerebral se presentan más altos en los introvertidos, como el caso de Manuel. De hecho, los extrovertidos son individuos mucho más excitados. Cuanto más activo es el córtex, más inhibido es el comportamiento. Por ejemplo, cuando se ingiere bebidas alcohólicas se reduce el nivel de excitación del córtex cerebral y la conducta se torna extrovertida.
Es decir, el hombre o la mujer con una personalidad retraída tienden a aprender y a recordar con más eficacia que los de personalidad abierta como son los extrovertidos que necesitan constantemente de un cúmulo de estímulos para conseguir la excitación cerebral adecuada. Además, cualquier nueva actividad es iniciada con gran fuerza, con lo que de entrada aprenden con más agilidad y rapidez; pero, esta actitud tan intensa provoca también inhibición reactiva en su sistema nervioso, situación que les obliga a pautas de descanso más frecuentes y a un reemplazo de estímulos, a fin de buscar nuevas fuentes de excitación que les permitan mantener su actividad cerebral, que tiende a inhibirse. Es por ello que se mueven más, hablan más, se aburren fácilmente, buscan con desasosiego la receptividad de nuevos incentivos y actividades excitantes.
De esta manera, la personalidad de un individuo puede intervenir de forma decisiva en el comportamiento sexual. El extrovertido tenderá a tener relaciones sexuales precozmente y variables; y se excitan con más facilidad y experimentan sentimientos sexuales más fuertes. Esta conducta es más apropiada en los jóvenes, porque en ellos la expresión de las emociones suele ser más fácil y los movimientos corporales de exhibición, constituyen una forma manifiesta de excitar a la pareja y de incitarla a una más íntima comunicación. En cambio, los introvertidos manifiestan mayor satisfacción a una edad avanzada.
Del mismo modo, hay que tomar en cuenta otro rasgo de la personalidad como es el neuroticismo o la emotividad. El hombre y la mujer poseedores de este componente padecen de disfunciones sexuales, con sentimientos de culpa y preocupaciones sobre el sexo, aunque se sientan atraídos están más insatisfechos con su vida sexual.
Me parece que el sexo no se organiza de manera uniforme. Hay diferencias que afectan. Conocerse bien servirá para tener un principio de existencia y adaptación más saludable en todos los sentidos.
Psicóloga y sexóloga
(gemiliani@cwpanama.net)
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