La oración como una forma de comunicación con Dios

El Panamá América

Existe una serie de actividades indispensables en nuestra vida para nuestra supervivencia, tales como respirar y comer, que llegan a ser tan comunes que se vuelven rutinarias.
La oración es la comunicación personal que nos da acceso directo e inmediato a Dios, tan importante es, que los discípulos pidieron a Jesús "enséñanos a orar". La oración es indispensable ya que es el medio provisto por Dios mismo para establecer una comunicación directa y estrecha y personal con l, piensa cuan difícil en la tierra es comunicarte con el presidente de tu país, pero con Dios es tan sencillo de hacerlo que a muchos les parece increíble que así hablemos con el Todopoderoso.
La oración debe ser la parte más maravillosa de la vida cristiana. Representa la oportunidad para compartir con Dios sus problemas, sus victorias y sus necesidades. A través de la oración podemos conocer a Dios en una forma amena y personal. l desea la comunicación con sus hijos (Proverbios 15:8).
La oración es el hecho de hablar con Dios. No es necesario una gran educación para orar. La oración no consiste en palabras grandes y elocuentes, sino de la sincera comunicación con Dios de nuestros pensamientos y sentimientos. La oración es el clamor del corazón del hombre al Señor.

FORMA DE ORAR
En la Santa Biblia, el Maestro nos enseña la forma de orar, en Mateo 6:5-7 nos muestra que la oración es íntima, no solo con la mente sino con el corazón, de ahí que Jesús dice, en lo secreto, encerrado en tu aposento. La oración personal e íntima a diferencia de la pública puede ser tan larga como queramos. En la oración pública debemos ser breves y precisos para evitar la falta de reverencia.
Para hacer que la oración sea significativa debemos evitar usar vanas repeticiones, a veces tenemos un patrón establecido de oración, que la hacen rutinaria. Los elementos que debe incluir la oración son reconocimiento del poder de Dios Mateo 6:9, alabanza verso 6, aceptación de la voluntad divina 6:10, petición 6:11-12, gratitud y alabanza 6:13.
Es imposible llamarnos cristianos sin tener una relación con nuestro Padre Celestial por medio de la oración. Pablo dice en 1ª Tesalonicenses 5:17, orad sin cesar, siempre debemos mantener nuestra comunicación con Dios.
La oración es poderosa, (Marcos 11:24 y Juan 14:13-14). Jesús mismo lo dice, todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, yo lo haré. La respuesta de Dios no necesariamente es lo que nosotros esperamos como respuesta. Santiago 4:3 dice que pedimos y no recibimos, es porque pedimos mal, para nuestros deleites.
Dios mismo en su grande amor y misericordia nos proveyó de la oración como un medio sencillo e increíble de comunicación personal con El, que además funciona de maravillas.
No temamos orar, utilicemos nuestras propias palabras y frases, en realidad nadie sabemos realmente cómo hacerlo, por lo que en Romanos 8:26-27 dice el apóstol que el Espíritu mismo clama con gemidos indecibles por nosotros delante de Dios.
El Padre William Sánchez de la Parroquia San Pedro Apóstol, nos explicó que los primero a su parecer es pedir perdón de una manera silenciosa, para nuestros adentros, luego debemos reconocer las cosas buenas de nuestra vida con acción de gracias y no está de más concluir con las oraciones aprendidas, como el Padre Nuestro y el Ave María.
Dios siempre sabe lo que más nos conviene y lo que necesitamos (Mateo 6;8) aún antes de pedírselo por lo tanto, no temamos orar, así que practiquemos y vivamos la oración.
Sin embargo, como padre responsable, nos dijo el Padre Sánchez, escucha nuestras peticiones y siempre las responde de acuerdo a lo que nos conviene.

CLASES DE ORACIONES
La Biblia enseña que hay cinco tipos de oraciones.
Confesión-La confesión es el reconocimiento y la declaración ante Dios de la culpa de su pecado. La Biblia declara que el pecado impide la comunicación del convertido con Dios (Salmo 66:18; Isaías 59:2). Por lo tanto, es sumamente importante que el cristiano confiese su pecado a Dios y restaure esa vía de comunicación. Dios ha prometido perdonar a todo aquel que esté dispuesto a confesarle su pecado y apartarse de él (Proverbios 28:13; 1Juan 1:9).
Alabanza-La alabanza a Dios es la declaración de nuestro reconocimiento de la persona de Dios. Por la alabanza, el cristiano proclama su reconocimiento de los atributos de Dios (Hebreos 13:15; 1Pedro 2:9).
Gratitud-La gratitud es la expresión de nuestro agradecimiento por lo que Dios hace. Dios manda al salvo en Cristo a dar "gracias en todo" (1Tesalonicenses 5:18). El rey David dijo: "Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza" (Salmos 100:4). Cuando alguien nos regala algo, la mejor forma de demostrarle que nos agrada su regalo, es decirle "gracias". La oración es nuestra oportunidad de decirle "gracias" a Dios por sus bendiciones diarias de salud, alimento, ropa, perdón de nuestros pecados y todas las bendiciones espirituales.
Intercesión-La intercesión es la súplica a Dios por las necesidades de otros. La intercesión es una clase de oración muy importante, pues por ella el hecho hijo de Dios obra en beneficio de otros. La intercesión puede abarcar una infinidad de temas, incluyendo la salvación de amigos o parientes y las necesidades físicas de otros (Mateo 5:44; Efesios 6:18).
Petición-La petición es aquel aspecto de la oración en el cual podemos hacer una súplica a Dios por nuestras necesidades personales. Jesús dijo: "Pedid y se os dará" (Mateo 7:7). La Biblia también dice: "No tenéis, porque no pedís" (Santiago 4:2).
Cuando necesitamos alimento, ropa o casa para nuestra familia, guía para tomar una decisión o sanidad para nuestros cuerpos enfermos, entonces Dios nos dice que debemos poner nuestra petición ante l. Debemos hacer nuestras oraciones directamente al Padre reconociendo que recibimos esta oportunidad solamente por los méritos de Jesucristo (Juan 16:23).

RECUENCIA DE LA ORACION
Debemos orar dondequiera que tengamos una necesidad, o en todo momento que recibamos una bendición por la cual debemos estar agradecidos a Dios. Puede ser durante el día o durante la noche, no importa la hora. Muchos cristianos han encontrado que es bueno dedicar un tiempo especial a la oración cada día.
Temprano en la mañana parece ser la mejor hora. La mente del hombre está fresca temprano por la mañana, antes de llenar su mente con las preocupaciones del día, él debe tener comunión con Dios. David dijo: "De mañana oirás mi voz" (Salmo 5:3).
Cuando Jesús nos dejó físicamente, nos dejó al Consolador o Espíritu Santo, el deseo de orar viene de l. La oración es una efectiva, poderosa y personal forma de comunicarnos con el Todopoderoso; y aunque l sabe nuestras necesidades sin que se lo digamos, desea estar en contacto con nosotros, así como un padre desea conversar con su hijo.
Tener una oración permanente en nuestro corazón nos garantizará fortaleza espiritual, guía constante y la felicidad verdadera que sólo se obtiene de Dios.