Mercedes Sosa aún vive

Porque su voz y sus mensajes tienen que seguir resonando en la conciencia de la humanidad, más allá de las fronteras del tiempo, en el inmenso arcano, con su clamor por el imperio del amor y la paz, Mercedes Sosa, la hija de Tucumán, aún vive.

Mercedes Sosa aún vive en el recuerdo y esto se comprobó en Panamá, en el Teatro Nacional, la noche de este lunes 18 de octubre, fecha que quedará escrita en el calendario de la gratitud, respeto y admiración con letras de oro.

Esa gran noche en que se honró a tan gran embajadora de la música, con ese lenguaje universal que Patricia también domina a la perfección y que cala hondo, a un año de su desaparición física, le dijo a la inolvidable Mercedes Sosa que en Panamá, América y otras latitudes, atesoramos tu corazón, ese corazón que nos ofreciste, sin reparos, henchido de amor incondicional, atesoramos tu música y todo tu legado pleno de preocupación auténtica por los pobres, los marginados, los vilipendiados, aquellos con hambre de justicia.

Y entonces Patricia cantó, cantó una tras otra, intercalando reflexiones sobre la vida y otros valores fundamentales, sobre Mercedes su musa inspiradora, sobre la paz, el amor, la interdependencia humana, la necesidad de buscar caminos de entendimiento.

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Patricia interpretó canciones que otrora cantó la hija de Tucumán; canciones que se apropiaron en su momento ambas cantoras para trasmitir esa energía positiva que emana de la solidaridad, que se siembra en el corazón y la memoria y se aferra allí, como la hiedra, para recordarnos que ante todo somos hermanos y debe dolernos el dolor del "otro", porque la indiferencia sería una afrenta al prójimo, al cual deberemos ser siempre capaces de mirar a los ojos sin sonrojarnos y sin sentimientos de culpa.

En todo momento, hubo ese “rapport” entre la cantautora panameña y el público, ambos sintonizados en esa dimensión especial, elevada, de los grandes sentimientos y esgrimiendo ella la espada de las verdades universales que gritaba la letra de cada canción que entonó Mercedes Sosa, “La voz de América”, “La Negra Sosa”, como sus seguidores la bautizaron.