Retos de educación para este nuevo decenio
La educación en sí tiene entre sus finalidades la de formar ciudadanos que sean críticos y reflexivos.
La educación es un tema que se encuentra inmerso en la epidermis de la sociedad y que nunca termina por construir un desarrollo paralelo a las necesidades humanas.
Este derecho más que una necesidad es un fenómeno cultural que se expresa en nuestras actuaciones y experiencias del bien común como sociedad.
Estas experiencias no son el reflejo caprichoso de la percepción o el saber ontológico, ya que involucran el trabajo transdisciplinario en la formación de nuevas formas de desarrollo del capital humano.
La educación como la ciudadanía responsable posibilita una justicia equitativa y democrática en la cual el pensar multidimensional sobre los problemas de desarrollo humano destacan la accesibilidad, disponibilidad y eficiencia de los recursos en medio de la crisis por mejorar los problemas de colonialidad.
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Este conflicto se puede resolver si al educar se gestionan oportunidades y retroalimentan experiencias de vida en el ámbito escolar al crear resiliencia a las acciones antrópicas y mecánicas. Un buen ejemplo de ello son los grupos de trabajo que colaboran en tareas complementarias con fines comunes.
Nuestra sociedad espera mucho de la participación activa de la ciudadanía que es fundamental para el logro de estos objetivos y metas que representan una oportunidad sin igual para pensar en la consulta popular. Ciertamente el informar es fundamental; sin embargo la construcción de un pensamiento reflexivo en la sociedad llenará de profunda convicción las ideas de desarrollo humano.
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La voz del pueblo genera cambios en la que cada ciudadano es constructor de una justicia consultiva, participativa y expedita a través de la resolución de conflictos cotidianos en el ámbito preventivo del desarrollo. Esto propone que la memoria sea renovada en espacios abiertos al educar en el valor del capital humano.
La educación y responsabilidad ciudadana logran que la sociedad se sienta parte de los problemas inherentes al calor de la acciones de bien común y trascender en el papel transcultural de la sociedad. Esto es el inicio para crear nuevas dimensiones en el mundo de ideas del mundo moderno y por tanto de la sociedad panameña.
El autor es Dumas Myrie, profesor de geografía e historia.