Una noche al estilo Hugo Boss

Las ruinas del antiguo Club Unión, apenas iluminada por elegantes candelabros, fue el marco para el lanzamiento en Panamá de la tienda de ropa del diseñador alemán Hugo Boss.
Al evento, donde originalmente había que presentar tarjeta para entrar, llegaron sin invitación más de la mitad de los asistentes, que incluyeron entre mil 500 y dos mil personas, eso sí, hicieron caso a la petición de llegar vestidos de negro.
La invitación hacía un llamado a experimentar el estilo de vida Hugo Boss, elegante, sofisticado, con un toque de desinhibición y de disfrutar el momento y estar preparado para las sorpresas.
Es así como de repente, aparecieron gitanos con mechones que esparcían bolas de fuego, las cuales asustaron a algunos y causaron la admiración de otros, mientras camarógrafos y fotógrafos pedían repetir la hazaña una y otra vez, en espera de artistas nacionales e internacionales.
Mientras, el tiempo transcurría y no había indicios de qué pasaría, porque no había ningún anfitrión, maestro de ceremonia ni nadie que diera información alguna.
Pasadas las once de la noche entró al área reservada (V.I.P.), el cantante y actor puertorriqueño, Carlos Ponce, custodiado por un efectivo cuerpo de seguridad y una chica española que no dejaba que nadie se le acercara. Allí se mantuvo por escasos minutos.
Para distraer la atención hacia Carlos Ponce, dos zapateadores flamencos acompañados de un guitarrista ocuparon el escenario y con sus rítmicas destrezas se ganaron los aplausos del público.
Al finalizar la actuación del trío flamenco y mientras dos grandes pantallas proyectaban un desfile de moda de una colección de Hugo Boss, en lo alto de la imponente escalera del lugar volvió a aparecer Carlos Ponce, lo cual hizo que la mayoría del público se atreviera a dejar sus tan cuidados asientos, porque había mucha más gente de pie que sentada, para aglomerarse alrededor de la tarima, pero se desilusionaron un poco, cuando Carlos sólo se limitó a decir que se sentía complacido al estar en el lanzamiento de la tienda Hugo Boss en el país y que el no iba a cantar sino a presentar a la "nueva generación de Miami Sound Machine".
Este nuevo grupo, integrado por tres chicas, interpretó tres canciones, una mezcla de pop y rap tipo Destiny"s Child y Jennifer López, las cuales generaron muy pocos comentarios entre el público. Pasadas las doce de la noche, la tarima quedó en penumbra, no hubo ningún anuncio oficial y el público se mantenía entre copas y picadas.
El evento fue "todo un espectáculo", pero hubiera sido bueno que alguien comunicara lo que iba a pasar, incluso, de qué se trataba, porque muchos llegaron pensando que era el lanzamiento de una fragancia y no fue hasta el anuncio de Carlos Ponce, que conocieron el verdadero motivo.