Misma química, nuevo éxito
Un resort africano, cuyo lema es “ensamblar” a las familias de adultos con hijos de matrimonios anteriores, es el lugar perfecto para que esta pareja y sus hijos procuren tener una relación, tarea nada fácil y más para ellos que no iban preparados.
Misma química, nuevo éxito
Un resort africano, cuyo lema es “ensamblar” a las familias de adultos con hijos de matrimonios anteriores, es el lugar perfecto para que esta pareja y sus hijos procuren tener una relación, tarea nada fácil y más para ellos que no iban preparados.
Obviamente en toda la propuesta, aflorará la comedia de situaciones, la física, los diálogos chispeantes y las desopilantes actuaciones de los más pequeños: con excelentes gags y otros de gusto dudoso (especie de concesión para acaparar la mayor cantidad de público posible).
Sin embargo, parece haber en este nuevo filme de Adam Sandler algo más que pasa por debajo de la humorada fácil. Un intento por entrar en los conflictos de las familias modernas, junto a la aceptación de las perdidas, como parte de la vida misma.
Después de “La Mejor de mis Bodas” (“The Weeding Singer” de 1998) y la más reconocida y recordada “Como Si Fuera la Primera Vez” (“50 First Dates” de 2004), los comediantes Sandler y Drew Barrymore se vuelven a encontrar y la química entre ellos y para la comedia parece intacta, y es lo mejor de “Luna de Miel en Familia”, lo que contrarresta la manera en que el filme se estira innecesariamente, ya que sin duda podría haber durado como mínimo 15 minutos menos.
A su vez existen personajes secundarios reconocidos en los filmes de Sandler como el interpretado por Kevin Nealon y referencias a “50 First Dates” entre otras joyitas para fanáticos de su cine que son muchos. Sandler, aquí como viudo aparece medio desencantado de la vida, entre cansado, con barba de pocos días y desalineado. Y menos exaltado que otras veces. ¿Será el inicio de un cambio? Aún es muy pronto para saberlo. Sin embargo, ciertos indicios como algunos de los próximos tres filmes que realizará lo encontrarán en papeles más comprometidos desde lo actoral, como el filme “Men, Women & Children” a estrenarse este año, y que trata sobre cómo la tecnología ha cambiado la vida de todos, en especial la de los adolescentes y la relación con sus padres.
Apelando a la química
El director de “Luna de Miel en Familia”, Frank Coraci, conoce bien la química entre los protagonistas, ya que vio cómo se desarrollaba mientras dirigía por primera vez a la pareja en “The Wedding Singer” de 1998. “Hicieron clic de inmediato”, relató. “Éramos todos muy jóvenes y la pasábamos genial, y creo que gran parte de lo que funcionó en esa película provino de la facilidad con que los dos jugaban el uno con el otro, bromeaban y se hacían reír.
En “Blended” están mejores que nunca. Es la familiaridad y comodidad entre ambos lo que los vuelve intrépidos comediantes. Y debido a su respeto mutuo y afecto por el otro, no importa cuán lejos lleven las bromas, siempre hay un matiz de dulzura en ellas”.
¿La tercera vez será la vencida?
Los guionistas Ivan Menchell y Clare Sera tomaron la esencia de la idea sobre la química entre los protagonistas y en lugar de asegurar la relación primero y luego tratar de reunir a los hijos, tomaron un enfoque diferente. “Pensamos que podría ser más interesante que dos personas tuvieran una cita a ciegas desastrosa, y luego se vieran obligados a compartir unas vacaciones en familia junto con sus hijos”, relató Menchell. Además de eso: “Se hacen cargo del paquete turístico de otras personas, con todas las cosas que esas otras personas habían puesto en juego, ya sea una cena romántica o qué iban a hacer los niños, por lo que ambos están viviendo el sueño de otra persona, que es su pesadilla”. A su vez, Clare Sera declaró: “Los queríamos tener en un lugar confinados de donde no pudieran irse, por lo que, una vez que ambos se comprometen con el paquete, no haya manera de huir”.
“Creo que Adam y yo siempre estuvimos en sintonía y realmente sacamos lo mejor de cada uno”, señaló Barrymore. “Me encanta trabajar con él. Estamos pensando siempre en cómo hacer que nuestros personajes sean más personales y auténticos y ponemos mucha atención en ello, pero al mismo tiempo podemos soltarnos y ser tontos y libres. Ambos sentimos que era el momento de poner algo en marcha.