opinion

La Educación en los tiempos del centenario (I)

Juan Bosco Bernal* - Publicado:
Panamá cumplirá en noviembre de 2003 cien años de vida republicana.

Es una ocasión singular para viajar por el tiempo y conocer la medida del progreso alcanzado por el país en materia de educación en este período centenario.

Este viaje lo hizo Ana González, una educadora coclesana, graduada en la Escuela Normal de Institutoras en 1889.

Ana decidió abordar la máquina del tiempo en 1903, para hacer un largo recorrido por la franja histórica de las escuelas, los docentes y los problemas de la educación panameña.

Cuando la educadora González emprendió su viaje, Panamá vivía un estado de pobreza y desolación generalizada, a causa de los efectos de la guerra de los mil días.

La economía estaba destruida, la salud era precaria y las escuelas abrían sus puertas después de haber sido clausuradas por motivos de la violencia.

Durante su recorrido esta educadora pudo observar con asombro la restauración de la educación en el país y la motivación de los gobernantes por crear escuelas y colegios en diferentes lugares y áreas de especialidad.

Así se encontró en 1904 con la Escuela Normal de Señoritas, regentada por las hermanas Matilde y Rosa Rubiano, y la Escuela Normal de Varones a cargo de los Hermanos Cristianos.

En 1907, la creación de la Escuela de Artes y Oficios y el Instituto Nacional, llaman su atención por la concepción pedagógica innovadora y la eficiente organización de sus operaciones.

Ella conoce al Dr.

E.

Hoffman, alemán, a quien se le asigna la tarea de organizar este instituto de conformidad con los modelos europeos más avanzados de la época.

En su plan de estudio del ciclo superior de formación notó que se incluían materias como educación intelectual y moral (raíces griegas y latinas), obras literarias, inglés, francés, historia de la civilización, cosmografía, economía política y gimnástica.

Ana tuvo la intuición de que el Instituto Nacional llegaría a ser una institución muy influyente en la formación de las nuevas generaciones de dirigentes de la sociedad panameña.

En el acto de inauguración de los hermosos edificios del Instituto Nacional, nuestra viajera pudo reconocer a prestigiosas personalidades del mundo político y educativo de la época, como Eusebio A.

Morales, Secretario de Instrucción Pública, y los profesores Octavio Méndez Pereira, José Dolores Moscote, Manuel Roy, Catalino Arrocha, y otros.

La educación era un tema de interés especial para el Estado y las escuelas se multiplicaban con celeridad.

En 1908, la nueva República contaba ya con 222 escuelas primarias, que atendían a 13, 360 estudiantes que estaban bajo la orientación de 396 docentes.

Un cúmulo de disposiciones jurídicas para el ordenamiento de la educación nacional, aún cuando no se cumpliera en los términos establecidos, formó parte de los hallazgos que impresionaron a la educadora González.

Asimismo, observó en 1910 que la Presidencia de la República tenía múltiples atribuciones educativas, entre ellas la de nombrar al maestro de la escuela más apartada del istmo.

El año escolar fue establecido en 260 días de clases y los tres primeros grados eran considerados, como la instrucción obligatoria para toda la población.

En su itinerario visitó la Escuela Profesional de Mujeres que fue creada en 1913, clausurada en 1917 y reabierta en 1923 con una matrícula de 291 estudiantes.

También pudo apreciar el esfuerzo por crear y mantener funcionando la Escuela Nacional de Agricultura en 1915, pues contrario al interés de desarrollar el sector agrícola, los jóvenes y sus padres preferían el prestigio de las actividades comerciales y del servicio público.

El encuentro con el educador norteamericano Frederick Libby, impresionó notablemente a la maestra Rodríguez, por las ideas que tenía él para asegurar el adecuado funcionamiento de las escuelas primarias en el país.

Libby era Inspector General de Enseñanza Primaria, cargo creado en 1913, considerado por muchas personas como una experiencia fundamental en la organización de la educación nacional, en virtud del rápido incremento de las escuelas primarias, personal docente y número de alumnos.

Encontró en 1916 que las escuelas estaban organizadas en Distritos Escolares, uno de los cuales era el de Antón, donde ella trabajaba.

Al frente de cada uno de los 21 distritos estaba un Inspector Escolar, cuya función era esencialmente de fiscalización y, de cierta forma, punitiva.

El movimiento impulsado a partir de mayo de 1919, por integrar varones y niñas en las mismas escuelas y aulas, llamado coeducación, le pareció una revolución, vista la opinión de algunos sobre la conveniencia moral de mantener la diferenciación de sexos en los espacios educativos.

Igualmente, la celebración de la primera Asamblea Pedagógica causó una fuerte impresión en su viaje, pues observó debates y conferencias sobre temas educativos de actualidad, a cargo de grandes maestros como Homero Ayala, Jeptha B.

Duncan , Dámaso Botello y otros.

Al conversar con sus colegas observó que una buena parte de ellos tenía preparación pedagógica, eran idóneos, situación muy distinta a la de su época; algunos se formaban en Escuelas Normales Rurales y otros en las Urbanas.

En 1920, el 43 % de los maestros de primaria tenían diploma de la normal y 43% certificado de aptitud; en secundaria, el 26% de los docentes de secundaria tenían estudios universitarios.

Unos 71 centros de educación particular funcionaban en esa época en los principales centros poblados del país.

Mucha expectativa le generó la filosofía que sustentó toda la reforma curricular que dirigió con talento José Daniel Crespo en 1926.

Aún cuando observaba con asombro los avances educativos, también le causó preocupación escuchar en 1929 el informe del Secretario J.

B.

Duncan que expresaba que sólo terminaba la escuela primaria el 2% de los niños en edad escolar y que el 50% de la población panameña era analfabeta o semianalfabeta.

También le preocupaba la situación de sus colegas, pues encontró que los ingresos no les permitían vivir de forma decorosa.

En 1932, los educadores subsistían en condiciones muy difíciles.

Un maestro graduado ganaba mensualmente B/65.

00, si trabajaba en la Capital del país, y B/35.

00, si lo hacía en lugares rurales.

(Continuará la próxima semana)* El autor es Vicerrector de la Universidad Especializada de las Américas.

Más Noticias

Economía Gobierno continuará esfuerzos para lograr un acercamiento con Chiquita

Economía Tele-Bingos, la propuesta de los Bingos para captar ingresos

Política Autoridades aclaran que asilo de Saúl Méndez es 'humanitario' no 'político'

Economía Chiquita Panamá anuncia la suspensión de varias operaciones

Economía Economista advierte que el problema no es la Ley 462, sino el desempleo y la falta de inversión

Provincias Confirman la condenan a 48 años de prisión para Kenny Quintero por el homicidio y violación de Lina Rojas

Sociedad La 'Bandera Herida' es enviada a España para su restauración

Sociedad Ferias del IMA benefician a 16 millones de personas en los últimos 11 meses

Sociedad Gremios afirman que no atenderán llamado del Meduca

Economía ¿Se repetirá en Bocas del Toro lo ocurrido en Puerto Armuelles?

Sociedad Vicealcalde Ruíz sale en defensa de negocio privado con el Estado; Procuradora debe pronunciarse

Judicial Genaro López es trasladado a La Nueva Joya tras orden de detención preventiva

Sociedad Molinar garantiza que no habrá represalias contra docentes que retomen las clases

Economía Panamá y Colombia siguen afinando interconexión eléctrica

Provincias Obispo emérito Óscar Mario Brown pide diálogo ya para evitar la pérdida del año escolar

Deportes Panamá arranca su preparación con miras a los partidos eliminatorios y Copa Oro

Provincias Sinaproc cierra el paso de puentes vehiculares en Capira y Chame por riesgo de colapso

Sociedad Junta Técnica de comarca Ngäbe Buglé escucha necesidades de pobladores de La Miel

Sociedad Mitradel mediará entre empresa y trabajadores bananeros

Deportes San Francisco va por la décima: Plaza Amador por la octava

Política Daniel Noboa asegura que fue 'perseguido' y promete dignidad y progreso en Ecuador

Suscríbete a nuestra página en Facebook