La fruta no engorda, aunque la comas por la noche
La fruta no engorda, aunque la comas por la noche
Seguramente, en más de una ocasión has escuchado que incluir frutas en tu alimentación después de las seis de la tarde es perjudicial para tu salud. Pero ¿te has preguntado si esa recomendación realmente está hecha por nutriólogos?
Existen muchos mitos que rodean la alimentación y es común que estos se propaguen entre las personas como si fueran verdades absolutas. Sin embargo, es importante saber que no todo lo que se dice acerca de la alimentación está respaldado por la ciencia y uno de los principales mitos que existe sobre la fruta es que si la consumes en la noche te provocará un aumento de peso corporal. Este mito parte de la creencia de que la fruta “se fermenta en el estómago” o que “el azúcar que contiene se convierte en grasa porque el cuerpo está en reposo”. Te invito a que sigas leyendo para conocer qué dice realmente la ciencia sobre comer frutas por la noche.
Las frutas son parte fundamental de una alimentación saludable. Incluirlas diariamente asegura que tu cuerpo reciba suficientes vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes y azúcares naturales que necesita para llevar a cabo sus funciones. El azúcar presente en la fruta, llamado fructosa, al estar contenido en el alimento entero y acompañado de fibra, no tiene el mismo efecto que el azúcar de caña o los azúcares añadidos presentes en alimentos ultraprocesados. Así que, si no tienes un diagnóstico de diabetes, puedes consumir fruta entera sin preocuparte por el azúcar que aporta.
Es momento de dejar de ver a la fruta como un alimento poco saludable. Consumir frutas aporta beneficios que pueden ayudarte a terminar el día con una opción ligera, rica y nutritiva. Si sientes hambre en la cena o te quedó un “huequito” para algo dulce, incluir una fruta puede ser una excelente elección.
Tu cuerpo tiene la capacidad de realizar funciones vitales durante las 24 horas del día. Si consumes fruta después de las seis de la tarde, será capaz de digerirla y metabolizarla de manera adecuada. No porque sea de noche dejará de trabajar o convertirá automáticamente la fruta en grasa que se almacene en el tejido adiposo.
Aunque durante la noche tu cuerpo requiere menos energía porque disminuye la actividad física, sigue gastando calorías en reposo para funciones esenciales como la respiración, el latido del corazón, la regeneración celular y la actividad cerebral. Pero es importante que sepas que lo que determina si ganas o no peso no es la hora en que consumes los alimentos, sino el balance total de calorías ingeridas y gastadas a lo largo del día.
Incluir una porción de fruta en la cena puede ser una gran idea. Al ser baja en calorías y rica en fibra y agua, ayuda a dar saciedad y puede ser una opción saludable para complementar tus platillos nocturnos. Es preferible que incluyas frutas que alimentos o bebidas con azúcares añadidos. Además, algunas frutas como piña, kiwi y plátano contienen compuestos que favorecen la producción de melatonina, lo que ayuda a mejorar la calidad del sueño.
Existen condiciones específicas como la diabetes en donde sí se puede consumir fruta, pero en la mayoría de los casos requiere adaptación personalizada de porciones y horarios indicados por un nutriólogo.
Agregar una pequeña porción de fruta después de cenar, puede ayudarte a incrementar el consumo de este grupo de alimentos que, además, por su alto contenido de fibra, ayudará a mejorar tu digestión. Garantizar el consumo y variedad de frutas en tu alimentación te acercará a mejorar tu estilo de vida. Recuerda que la fruta no hace que engordes, ni aunque la comas por la noche. La fruta no tiene horario, disfruta sin miedo.