opinion
Victoriano Lorenzo: líder popular
Antonio Saldaña* - Publicado:
Hoy se conmemora el 102 aniversario de su injusta e ilegal ejecución.Victoriano Lorenzo, héroe y mártir popular, quien luchó del lado de las huestes liberales en la "Guerra de los Mil Días" (1899-1902), y cuya imagen de jefe natural de indígenas, cholos y campesinos de las montañas de Coclé, aún constituye un enigma para las grandes mayorías nacionales, como consecuencia, primero, de la leyenda negra originada en la historia oficial de la oligarquía que secuestró la República pocos años después de la separación de Colombia y, segundo, por la mitificación de la trayectoria de un sencillo líder popular.Distorsión histórica y contextual que nos obliga a reflexionar sobre las verdaderas motivaciones de carácter geopolíticas, sociales, políticas y hasta de discriminación racial que dieron lugar al fusilamiento del "Guerrillero Transparente".Desde los albores de la República hasta el inicio del proyecto de liberación nacional torrijista (proceso revolucionario) que dirigiera el también líder popular, general Omar Torrijos H.(1968-1981), para la historiografía oligárquica, Lorenzo fue un bandido ejecutado el 15 de mayo de 1903, tras ser condenado por un Consejo de Guerra por los delitos de asesinato y robo, así como por el hecho de no deponer las armas y no reconocer el Tratado de Wisconsin (21 de Nov.de 1902) que puso fin ala guerra fratricida entre liberales y conservadores.Y, desde 1968 hasta nuestros días, con el aparente afán de rescatar históricamente la sinécdoque del líder de los cholos, de la leyenda negativa propalada por los gamonales, se pasó al otro extremo: La mitificación de la figura.Versiones que contravienen, ambas, la esencia de la verdad y proyección históricas del líder popular salido del hondón anónimo de los de a pie.De modo que la detención, enjuiciamiento y ejecución de Victoriano Lorenzo no puede ser analizada objetivamente, si no se hace a la luz del contexto histórico de la Guerra de los Mil Días y de las circunstancias políticas, sociales y geopolíticas de dicho acontecimiento.Los hechos confirman que el jefe de los cholos fue asesinado como resultado de un procedimiento (Consejo Militar Verbal), donde se violó el Tratado de Wisconsin, el Código Militar colombiano, el debido proceso y en el que las pruebas testimoniales fueron recogidas subrepticiamente por órdenes del general Esteban Huertas y obtenidas de parte de enemigos declarados del reo y de parientes de las víctimas.El Consejo de Guerra Verbal no era aplicable al acusado por delitos comunes, porque se trataba de un proceso excepcional que reñía con el artículo 5 del Tratado de Wisconsin, el cual disponía que: "Se restablecía la exclusiva competencia del Poder Judicial para promover y hacer efectivas responsabilidades por delitos comunes".Mal podía, pues, ser juzgado por un tribunal militar que ya no tenía competencia para juzgar por delitos comunes y en circunstancias en que el Código Militar colombiano vigente en el Istmo, al momento del juicio, no consideraba a Lorenzo como militar.En consecuencia, la muerte de Victoriano Lorenzo es producto de lo que yo llamaría la conspiración del silencio de la tríada política conformada por el gamonalismo conservador, los curacas liberales y el imperialismo estadounidense.Efectivamente, la venganza civil y militar conservadora están plenamente documentadas en las "Memorias de la Guerra de los Mil Días" del general Víctor Manuel Salazar, firmante del Tratado de Wisconsin y jefe, entonces, del Departamento del Istmo; en las actuaciones de los generales Pedro Sicard Briceño comandante en jefe de los Ejércitos de Bolívar y Panamá y de Esteban Huertas, presidente del Consejo de Guerra Verbal nombrado por Briceño.En la solicitud de fusilamiento del "indio", hecha por los conservadores civiles.En el notable silencio cobarde de los liberales.Y en los intereses geopolíticos norteamericanos (Construcción del Canal de Panamá) que primaron sobre el Tratado de Wisconsin del cual el gobierno de Estados Unidos era garante."Ni Santo Ni Bandolero" Ni ideólogo del liberalismo ni teórico revolucionario como el Ché Guevara.El general de hombres libres, Victoriano Lorenzo, fue simplemente un líder popular, cuya vil ejecución explica la génesis política de la justicia selectiva y la impunidad actual, aplicada -en virtud de la discriminación racial o social- ayer por la oligarquía conservadora y hoy por la democracia neoliberal.¡Así de sencilla es la cosa!(*)Coordinador del Frente Democrático Torrijista (FDT).