Dilema de una amplia oferta presidencial

La oferta electoral para la casilla presidencial en las próximas elecciones apunta a 8 candidatos, lo que podría permitir que una de esas candidaturas gane la presidencia incluso con menos del 30% de los votos.

Por ahora, los tres partidos políticos con mayor membresía de Panamá -Partido Revolucionario Democrático (PRD), Cambio Democrático (CD) y Partido Panameñista- se han mantenido en que presentarán candidato propio.

Igual decisión han anunciado tanto el reinscrito Frente Amplio por la Democracia (FAD), como el nuevo Partido Alianza.

De modo que cinco partidos políticos presentarían candidato presidencial. Y a eso habría que sumarle las tres figuras independientes que anuncie el Tribunal Electoral (las tres propuestas que recojan más firmas válidas), a no ser que la Corte Suprema de Justicia se pronuncie al respecto y permita más presidenciales independientes, lo cual se ve poco probable.

Es decir, 8 candidatos presidenciales competirían en los comicios de 2019.

¿Qué implicaciones podría traer esta división del voto panameño?

En primera instancia hay que recordar que el voto de la masa no inscrita en ningún partido es la que pone presidentes en Panamá.,

El más reciente ejemplo son las elecciones de 2014, en las que Juan Carlos Varela obtuvo 724 mil 762 votos, una cifra muy por encima de la membresía conjunta del Partido Panameñista y Partido Popular, la alianza política que lo postuló.

Pero ahora ese voto independiente indefectiblemente se dividirá en 8 opciones presidenciales.

"Se dividen los votos de independientes, pero también de los inscritos en partidos, y eso podría llevar a que alguien ganara la presidencia incluso con un 25%... y tampoco es eso lo que se quiere", señala el abogado y aspirante presidencial independiente Francisco Carreira.

Un mandatario con solo 25% de los votos sería inédito. Aunque en la democracia panameña, dentro de la era posdictadura, ya hubo un presidente con bajo porcentaje de votos.

Fue el caso del perredista Ernesto Pérez Balladares, quien ganó las elecciones de 1994 con solo el 30% de los votos.

En aquellos comicios, Pérez Balladares fue seguido por Mireya Moscoso (29.9%) y Rubén Blades (17.1%), pero parte de la explicación de su victoria se debió a que -adicionalmente- hubo otros 4 candidatos que dividieron el voto general, completando un total de 7 candidatos presidenciales.

A este precedente de las elecciones de 1994 apela en la actualidad el gobernante Partido Panameñista, que es consciente del desgaste político que juega en su contra.

El precandidato panameñista José Isabel Blandón opina que con la fuerza que ha adquirido la campaña de 'no a la reelección', los presidenciales independientes seguramente sacarán más votos que en la elección pasada.

"Si los 3 independientes sacan el 15% de los votos, los partidos políticos se distribuirán el 85%. Es decir, alguien puede ganar [otra vez] con el 30% de lo votos", dice Blandón.

Y agrega que la victoria sería tan válida como la que obtuvo Ricardo Martinelli, con 60.1%.

Fórmula CD

La llegada a al poder de Cambio Democrático en las elecciones de 2009 no solo acabó con el bipartidismo PRD-Panameñismo, sino que plantó cifras récord de crecimiento económico.

Por ejemplo, en 2009 el PIB panameño era de 25 mil 925 millones 100 mil dólares. Y para el año 2013 ya había crecido a 42 mil 648 millones de dólares.

En su último año, en mayo de 2014, el PIB panameño había aumentado 65%. Es decir, 167 mil 230 millones de dólares, y las proyecciones de crecimiento eran de 83% para el cierre de ese año.

El candidato presidencial de Cambio Democrático, Rómulo Roux (el primero ya oficializado), apuesta a que los votantes de las elecciones de 2019 busquen que el país vuelva a esos niveles de crecimiento. "La gente quiere que regrese la esperanza", dice Roux.

Es decir, de una u otra forma, los actuales candidatos ven las estadísticas del pasado, para plantear sus opciones en una carrera con 8 competidores.