Proceso de recolección de firmas para la libre postulación, plagado por ola de irregularidades

La libre postulación para los candidatos presidenciales es una alternativa relativamente nueva en Panamá, ya que la primera vez que se permitió este tipo de candidaturas fue en las elecciones generales de 2014.

Esta opción se permitió después de un fallo de inconstitucionalidad emitido por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que dejó claro que era inconstitucional que solo se permitieran candidato procedente de los partidos políticos. Este recurso fue impulsado por el economista Juan Jované.

Si bien la libre postulación presidencial es de nueva data, en los dos procesos anteriores; y en el está en desarrollo ha habido irregularidades que se han denunciado públicamente.

Esas anomalías han ido desde la denuncia de pago por firmas, firmas fraudulentas, repartición de dinero en público, firmas de personas fallecidas y las más recientes irregularidades en el uso de la app.

Para este proceso de recolección de firmas, el Tribunal Electoral ha optado por mecanismos más tecnológicos, entre otras cosas, para evitar la falsificación de firmas, no obstante ello no ha evitado un nuevo escándalo.

Incluso en este último hecho han surgido denuncias entre quienes representan el Tribunal Electoral y los precandidatos de libre postulación sobre quién tiene la culpa de dichas irregularidades.

En medio de hechos que enturbian a los candidatos de libre postulación y sobre todo las presidenciales, hay quienes plantean que esto lo que demuestra es que en política siempre está presente el juega vivo y la corrupción.

Para el comentarista y analista, Juan Carlos Tapia, todas las irregularidades que se han denunciado durante este proceso se debe a que la clase política, no importa sea de partidos políticos o de libre postulación, está corrupta.

Incluso hizo alusión a que los últimos gobiernos no solamente han robado, sino que han hecho entender al panameño que robar está bien, porque nadie hace nada.

Sobre la última irregularidad, Tapia considera que lo primero que debió hacer el Tribunal Electoral a todo el que sorprendió con firmas falsas fue anularlo como candidato.

"Puede ser que haya una equivocación, es correcto, pero cuando son 200 o 330 firmas eso no es una equivocación y se debe aplicar la sanción", destaca.

Hizo alusión al propio precandidato presidencial Francisco Carreira a quien en el periodo pasado le anularon muchas firmas y ahora es el que está denunciando irregularidades. "Vamos a castigarlos a todos los que cometen faltas", señala.

Propone el comentarista que el que tenga un porcentaje mayor del 10% de las firmas recaudadas y que se compruebe que hubo irregularidad, se le anula sus aspiraciones y así se va a poner orden.

Agrega: "La clase política pareciera que con muy raras excepciones viene corrupta, y se ha probado que en partidos políticos y en independientes".

Por su parte, la precandidata presidencial, Maribel Gordón, considera que todas estás irregularidades se registran producto del mismo sistema que no hace las correcciones debidas.

La economista incluso hace un recuento de que ante la profunda crisis de los partidos políticos hay quienes han impulsado y apoyado candidaturas denominadas independientes.

"No es un secreto la crisis profunda de legitimidad que tienen los partidos tradicionales y lo que ha sido su conducta en el escenario una vez asumida la administración del Gobierno, ha sido de corrupción, de espaldas a la población, de una política económica que excluye, que discrimina que pauperiza y hay una población que ante esos hechos viene en un proceso ascendente de cuestionar ese accionar que no responde a los intereses nacionales ni sociales, es decir hay una valorización que es necesario establecerla", manifiesta.

Denuncia la catedrática que el poder económico que financia candidaturas, que siembra candidaturas, tiene un nivel de conciencia del descrédito de esa misma partidocracia que ellos mismo venían financiando y que por ende intenta en algunos momentos buscarle una salida a esa crisis de la partidocracia y ha intentado hacerlos a través de promover lo que ellos llaman candidaturas independientes a las cuales ellos mismo se han encargado de sacarle la tabla.

Considera que para el sistema todavía los partidos tradicionales siguen siendo su primera carta de presentación, pese a todos los escándalos de corrupción, todo el proceso de descrédito que se tienen por parte de sus principales representantes y directivo de la partidocracia y en ese sentido, para un conjunto de candidatos de libre postulación no se intenta generar en el proceso normativas equitativas, que genere la participación real.

Ella va más allá y señala que las irregularidades no solo se están cometiendo en la app, sino en los kioscos, el portal TribunalContigo, libros estáticos y otros.

"Se han dejado abiertas ventanas para que se cometan irregularidades y ello abre el cuestionamiento de que ante la falta de transparencia lo que se prepara es un fraude electoral", recalca Gordón.

Al respecto, el analista político, Jaime Porcell, considera que si bien siempre van a ver cosas que corregir, los magistrados del Tribunal Electoral deben admitir que cometieron errores.

"Hubo una falla enorme de parte del mismo Tribunal Electoral que es el que propone la app y además invita a los aspirantes a hacer una inversión en teléfonos y primero el Tribunal niega el asunto, después hablan de que lo están difamando, luego lo revisa y al final no le quedó otra opción que aceptar y suspender la aplicación. Esto, si bien uno puede aducir que el Tribunal tiene errores, algunos llaman que este error es una falla infantil", opina Porcell.

Añade que siempre habrá ajustes que hacer, prueba de ello es que en la discusión de las reformas electorales casi siempre surgen temas nuevos que traen grandes diferencias.

Ante este panorama le corresponderá al Tribunal Electoral, a la Asamblea Nacional y a la clase política en general corregir todos los errores en unas futuras reformas electorales, una vez pasado el proceso electoral del 2024.

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