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El calvario de los calvos
Laura Durango - Publicado:
La investigación sobre el origen de la alopecia se remonta a los años 40, cuando el científico Hamilton comprobó que los varones castrados no se quedaban calvos, primer apunte del papel que juega una hormona sexual, la dihidrotestosterosna (DHT), en la caída del cabello.El exceso de producción de DHT va miniaturizando poco a poco los folículos pilosos y provoca una alopecia gradual que suele iniciarse a los 25 años en la coronilla y la zona frontal hasta juntarse con el tiempo.Además de factores hormonales, en la calvicie masculina o androgenética, la más común, intervienen también los genes, en concreto una enzima, la 5-alfa-reductasa, que regula la producción de la hormona DHT.La prestigiosa revista Science publicó en 1974 un estudio que demostraba que los varones nacidos con ausencia genética de esta enzima no desarrollaban calvicie, es decir, si se inhibía la acción de esta enzima se ponía fin a la caída del cabello.A partir de ese momento, los laboratorios emprendieron la búsqueda de un fármaco inhibidor de la 5-alfa-reductasa, y después de casi treinta años la compañía farmacéutica Merck Sharp & Dohme acaba de presentar Propecia, el primer y único medicamento oral que existe en el mercado contra la calvicie común masculina, de venta en farmacias, con prescripción médica y contraindicada en mujeres y niños.El medicamento se basa en el principio activo "finasteride", utilizado desde hace varios años para otras patologías y que inhibe la acción de la enzima mencionada.MAS PELO Dermatólogos expertos han probado Propecia durante dos años en 1.789 varones de 18 a 41 años en 16 países (Estados Unidos y quince europeos), con los siguientes resultados: en el 83 % de los pacientes se frenó la caída del cabello y en el 66 % se estimuló el crecimiento de pelo nuevo.Es decir, dos de cada tres pacientes mostraron una mejoría evidente.Los resultados son visibles a los tres meses de tratamiento y la mejoría es gradual, recuperándose gran cantidad de pelo.No obstante, el aspecto más fatigoso del tratamiento consiste en su administración, un comprimido diario de por vida, ya que si se interrumpe el cabello vuelve a caer.Pueden establecerse, eso sí, pequeños periodos de descanso, controlados por el dermatólogo, y no se descarta que en el futuro este fármaco tenga otra periodicidad.Otra de las grandes inquietudes es si disminuye el apetito sexual.El presidente de la Academia Española de Dermatología, Luis Iglesias, explica que "un dos por ciento de los pacientes han referido que sí les afecta", pero que encontraron el mismo porcentaje en los pacientes tratados con placebo.Según Iglesias, los resultados muestran una excelente tolerancia.LO QUE HAY QUE SABER1-La vida del pelo empieza en el folículo piloso, cuyo número es fijo desde antes de nacer y no se crean ni destruyen.Por tanto, los tratamientos anticaída no consisten en crear folículos nuevos, sino en garantizar que los que existen funcionen bien.2- Una cabeza tiene unos 100.000 cabellos y cada uno tiene su propia vida.3- El crecimiento del cabello sigue tres fases: una de crecimiento- anágena -, una de transición -catágena- y otra de reposo -telógena-.La de crecimiento dura entre dos y seis años, la vida normal de un cabello, y es en la que se encuentra normalmente el 90 % del pelo.En la fase de transición, que dura entre dos y cuatro semanas, la base del folículo se marchita y da paso a la fase de descanso, que dura de dos a cuatro meses y que son los pelos que se caen al peinarnos.4- Cada día se caen entre 50 y 100 pelos, el número normal.5- La calvicie común afecta a más de la mitad de los hombres en algún momento de su vida y se debe a que una producción excesiva de la hormona DHT acorta la fase de crecimiento del cabello en los hombres, debilitándolo.6- Más de la mitad de los hombres presentan algún tipo de alopecia a lo largo de su vida.La constitución genética del hombre blanco es más susceptible de sufrir calvicie que la del asiático o el negro.7- Se ha comprobado que la calvicie tiene un impacto psicológico.En algunos hombres causa depresión, introversión, inseguridad y falta de autoestima.