De interés. Justin Bieber despierta fantasías platónicas, así como en su momento lo hicieron The Beatles
Fanatismo, enfermedad juvenil
Psicólogos recomiendan prestar atención, pues si cae en idolatría puede haber actos locos.
La frase
“Una fanenamorada es una lágrima besando una sonrisa, es la que llena su pared con fotos tuyas, es la que vive como tú, de la poesía”...así lo explica claramente un tema de los hermanos Primera, Servando y Florentino, quienes saborearon el éxito por allá por los años 90.
Sin rodeos, en una entrevista confesaron que esta canción fue grabada para sus fanáticas, quienes se desviven por ellos, sueñan con ellos y corean cada una de sus canciones.
Este mismo sentimiento, una mezcla de adrenalina y puro amor de colegio, es lo que vivió Marie Russo en 2000, cuando cinco jóvenes llamados: Nick, Kevin, Howie, Brian y A.J formaron los Backstreet Boys.
Recortes de periódicos, de revistas y artículos de esta agrupación que salían por internet, le daban satisfacción, cada día la enamoraban más.
Al igual que otras chicas, Marie mantenía las paredes y la parte trasera de la puerta de su cuarto con fotografías y autógrafos (sin sello de originalidad) de los cinco chicos estadounidenses. Y no se imaginan cómo forró sus cuadernos.
Solo tenía 10 años cuando soñaba con ir a un concierto de los BSB. Su deseo fue cumplido cuando los chicos anunciaron la gira Black and Blue, que pasaría por Panamá en 2001. El escenario fue el estadio nacional Rod Carew. Gritos, llantos de desespero y emoción fue lo que se escuchó salir de las bocas de miles de niñas, chicas y mujeres ya adultas. Con el pasar de las horas, las voces de sus ídolos las “derretían”.
Así mismo como los BSB tuvieron sus años, se situaron en esta misma posición N’Sync, Britney Spears, Shakira (cuando lanzó “Pies descalzos”) y Christina Aguilera. Pero los tiempos cambiaron, ahora la fama tocó a Lady Gaga, Selena Gómez, Miley Cyrus y al denominado fenómeno juvenil: Justin Bieber, quien se posicionó en el mercado de la música con la denominada “Bieber Fever”.
Síntomas
Stephanie Carreira, quien forma parte del club de “fans”de Bieber en Panamá, describe su euforia por el canadiense como una enfermedad prevalente en las preadolescentes y adolescentes. La misma incluye: gritos incontrolables, llanto, desmayos y dependencia de Facebook y Twitter.
“Escuchar música familiar y querida estimula la liberación de dopamina, el neurotransmisor involucrado en el placer y la adicción, lo que genera el mismo ataque que comer chocolate o ganar para un jugador compulsivo”, dijo a The Wall Street Journal,Daniel Levitin, neurocientífico, quien estudió este proceso utilizando resonancia magnética funcional en su laboratorio en la Universidad McGill, Montreal, Canadá.
En aquellas imágenes donde se aprecian a los jóvenes esperando largas horas para comprar una entrada, por la llegada de Bieber o llorando sin consuelo ante un contacto mínimo con él durante un concierto, la mayoría de esos beliebersson chicas y no varones, pues las prioridades en su adolescencia son muy diferentes.
Minuto a minuto
Las redes sociales son el caldo de cultivo para esta nueva fiebre. Los casi 45 millones de fanáticos que hicieron clicen el botón “me gusta” del perfil de Facebook del joven y sus 45 millones de seguidores en Twitter, saben al instante todo lo que piensa y hace.
Cabe mencionar que en Twitter, Bieber suele retuitear a sus fanáticos. Allí expresa desde su ternura hasta sus enojos y, por supuesto, se promociona.
Panameñas reviven el fanatismo
La euforia por ver al ídolos adolescente en una tarima es un fenómeno que no solo enloquece a las jóvenes en Estados Unidos o Europa, ese fanatismo también contagió a las panameñas de la mano de artistas como One Direction y del mismo Justin Bieber.
Tan fuerte es el fenómeno que con solo anunciarse el espectáculo del “Believe Tour” en el Istmo (24 de octubre en el estadio Rommel Fernández), el primer día de la preventa, que se llevó a cabo en la tienda Ticketplus de Multiplaza, las entradas de las áreas Bieber Zone, de $250.00, se agotaron en cuestión de horas. Eran las 10:00 a.m. y ya existía una larga fila de jóvenes, que en su mayoría, acamparon en el lugar.
Factor dinero
Más allá de tener a miles delirando tras sus nombres, estos jóvenes han llenado sus bolsillos de miles de dólares a pasos agigantados. Ser artista adolescente, más que popularidad, trae grandes fortunas.
Justin Bieber, a sus 18 años, tiene una fortuna cercana a los $55 millones, vendiendo desde 2009 alrededor de 13 millones de discos.
“Además de volverse como una imagen a imitar, ellos son dados a comprar lo que vean de sus artistas, además de sus discos, no se pierden conciertos y coleccionan sus producciones”, dicen los representantes.
La revista Peoplereportó que la mayoría del dinero de Bieber lo obtuvo de la cinta “Never say Never” y del lanzamiento de su perfume “Someday”, así como también de los ingresos por publicidad para marcas como Adidas; también por presentaciones, por las que cobra alrededor de 4 millones de dólares.
Nuevos príncipes
Los miembros de One Direction van por el mismo camino. Durante su corta carrera se estima que Niel Horan, Zayn Malik, Liam Payne, Harry Styles y Louis Tomlinson han ganado cada uno cerca de $7.8 millones, según The Sunday Times.
En nuestro país existen miles de chicas que están rendidas a sus pies, muestra de ello es la gran asistencia que tuvo la premierede su cinta “This is Us”, que se realizó en septiembre.
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