Gatos manx y cymric, especies sin cola

El gato manx es una raza de gato doméstico. Proviene de los gatos sin cola que viajaron en barcos que naufragaron frente a la isla de Man, en el mar de Irlanda.

Al parecer, la mutación en un gen dominante provocaba la falta de cola en estos gatos, llamados manx. Él gen se transmitía fácilmente en cada generación por vivir en un medio bastante cerrado y sin influencias de otros gatos, pero entre las camadas, también se dio otra mutación, que hacía que algunos gatitos tuviesen el pelo largo.

La característica distintiva de la raza manx es que sus ejemplares no tienen cola y este hecho se ha atribuido a diversas leyendas como la que se refiere a Noé, quien al llegar el gato como último, le cortó el rabo con la puerta del Arca; también hay leyendas que cuentan que las gatas madres cortaban deliberadamente los rabos de sus hijos para evitarles el sufrimiento de caer en manos de tropas invasoras, que colgaban las colas en sus escudos.

El gato cymric.
Es una raza de gatos considerada como una variante de pelo largo del gato manx, más que una raza única separada: aparte de la diferencia en el pelaje, ambas razas de gatos son exactamente iguales en su aspecto, tamaño y la anomalía de la cola. Son gatos descendientes de los gatos sin cola de la isla de Man.

La falta de cola de los gatos cymric, tiene su origen en una mutación encontrada en la población de gatos domésticos de la isla de Man.

Dentro de los ejemplares de gatos de la raza cymric, se pueden encontrar cuatro tipos diferentes de colas. La variedad “rumpy” es la más valorada y corresponde a los gatos sin cola, nacen totalmente sin cola y no se les nota muñón en el lugar donde debería nacer la cola.

El gato manx junto con el cymric, son los únicos de la raza felina que carece de cola, esto compromete en cierta medida el equilibrio del animal.