Artista
Se transformó en el hombre lagarto porque le gusta el aspecto de los reptiles
Publicado 2012/10/23 08:50:00
- EFE
El hombre lagarto (The Lizard Man) lleva tatuado sobre su torso la palabra "freak" (monstruo), pero nada más lejos de la realidad.
John Merrick creció siendo el hombre elefante y Erik Sprague se ha transformado en el hombre lagarto. Ha tatuado su cuerpo con escamas y lo ha pintado de verde, ha limado sus dientes y ha operado su lengua, porque no estaba "a gusto" con su cuerpo. Lo único original son sus ojos, verdes.
El hombre lagarto (The Lizard Man) lleva tatuado sobre su torso la palabra "freak" (monstruo) pero nada más lejos de la realidad. Tranquilo, afable y educado, sabe el interés que despierta y lo potencia, si es necesario, rotando sin parar su lengua bífida.
En una entrevista se califica como "artista". De hecho, este tejano de 40 años se dedica a la comedia y a realizar espectáculos con espadas y pinchos, mostrando su cuerpo, tatuado en un 70 por ciento de color verde, aunque el resto se lo teñirá en breve.
Tras una reflexión de tres años, cuando cumplió 21, decidió transformar su cuerpo. Estudiaba filosofía y arte, y explica que a su madre "no le sorprendió lo más mínimo" y que su familia demostró tener una "perspectiva muy positiva" sobre su cambio.
"Quien me conoce como persona y como artista sabe que desde que era un niño me pintaba la piel y mi desarrollo ha sido muy natural y orgánico", comenta mientras deja claro que no se ha tratado de un impulso del que se haya arrepentido.
Justifica su cambio porque le gusta "el aspecto de los lagartos", y señala que otra de las razones que le ha llevado a optar por este animal es que en todas las culturas "los reptiles han simbolizado el poder, desde la historia del Edén a los dragones". Y esta ha sido su "oportunidad de ser un símbolo de poder".
El hombre lagarto (The Lizard Man) lleva tatuado sobre su torso la palabra "freak" (monstruo) pero nada más lejos de la realidad. Tranquilo, afable y educado, sabe el interés que despierta y lo potencia, si es necesario, rotando sin parar su lengua bífida.
En una entrevista se califica como "artista". De hecho, este tejano de 40 años se dedica a la comedia y a realizar espectáculos con espadas y pinchos, mostrando su cuerpo, tatuado en un 70 por ciento de color verde, aunque el resto se lo teñirá en breve.
Tras una reflexión de tres años, cuando cumplió 21, decidió transformar su cuerpo. Estudiaba filosofía y arte, y explica que a su madre "no le sorprendió lo más mínimo" y que su familia demostró tener una "perspectiva muy positiva" sobre su cambio.
"Quien me conoce como persona y como artista sabe que desde que era un niño me pintaba la piel y mi desarrollo ha sido muy natural y orgánico", comenta mientras deja claro que no se ha tratado de un impulso del que se haya arrepentido.
Justifica su cambio porque le gusta "el aspecto de los lagartos", y señala que otra de las razones que le ha llevado a optar por este animal es que en todas las culturas "los reptiles han simbolizado el poder, desde la historia del Edén a los dragones". Y esta ha sido su "oportunidad de ser un símbolo de poder".
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