El teatro creíble de Stanislavski
El actor y director de teatro ruso Constantin Stanislavski ?autor del libro de técnicas de actuación: 'La construcción del personaje'?, desarrolló su método sobre las ...
El teatro creíble de Stanislavski
El actor y director de teatro ruso Constantin Stanislavski ?autor del libro de técnicas de actuación: 'La construcción del personaje'?, desarrolló su método sobre las obras de Antón Chéjov: La gaviota, Tío Vania, Las tres hermanas, El jardín de los cerezos. El método de Stanislavski se basa en la intuición y la naturalidad del actor, elementos que derivó de la observación a los mejores actores de su época, los italianos Tommaso Salvini y Eleonora Duse, una mujer que actuaba con el rostro desnudo de maquillaje para expresar mejor las emociones, una técnica que llamó "la eliminación del yo".
Las técnicas del método de Stanislavski requieren de la relajación física y vocal del actor, solo así puede salir sin esfuerzo el personaje. La voz se debe escuchar hasta el último rincón del teatro; difícil cuando el diálogo es íntimo. Hay que crear balance entre la escena y la emoción de la voz. Otras técnicas son la concentración en objetos del escenario para no distraerse con la audiencia, y en el trabajo grupal ?cuando no se es el personaje principal o cuando otro personaje habla?, no perder la concentración porque se pierde el sentido de grupo, se pierde el hilo de la trama. Una técnica que Stanislavski usó al principio (y que luego abandonó) fue el 'recuerdo emocional', traer a la interpretación una experiencia vivida similar a la que se representa, para hacerla más creíble, más verdadera.
Lo más importante para un actor es ser creíble. El público tiene que creer que lo que el actor interpreta con el cuerpo y con su voz es auténtico y para eso hay que mostrar emociones reales. Los personajes hay que imaginarlos, sino la técnica no sirve de nada. La imaginación de lo antagónico: cuando se interpreta un personaje bueno, encontrarle su lado malo. Hay que entender qué motiva al personaje su comportamiento. Enfocarse en sus acciones y preguntarse por qué es así, qué quiere lograr. La concentración en el personaje en todo momento para poder moverse con fluidez, relajando cuerpo y mente. Usar la memoria emotiva por medio de la pregunta: ¿Qué tal si estuviera en la misma situación que mi personaje?
En el primer párrafo de 'La construcción del personaje', Stanislavski dice: "Pienso que si uno no usa su cuerpo, su voz, algún modo de hablar, de caminar y de moverse; si no sabe encontrar una forma de caracterizar al personaje que corresponda a la imagen, lo probable es que no pueda transmitir a otros su interior, su espíritu palpitante". En otras palabras, el actor que no vive su personaje no llega al público, no es creíble.