Los hechos de sangre proliferan, en medio de improvisación estatal
Los últimos días han sido particularmente violentos, con varios muertos por balaceras que también han alcanzado a víctimas inocentes, mientras el Gobierno no logra controlar la inseguridad.
La sangre corrió la madrugada de este lunes en Río Abajo. /Foto Cortesía
La ola de inseguridad que se vive actualmente en Panamá no respeta zona geográfica ni edades. Así volvió a quedar evidenciado el fin de semana pasado, cuando una niña de tan solo 2 años se sumó a la lista de víctimas inocentes del aumento del crimen.
La menor fue alcanzada por una bala durante un tiroteo que se registró la tarde del domingo 18 de noviembre en el área de Cerro Batea, distrito de San Miguelito.
El proyectil del arma de fuego se introdujo en el costado izquierdo de la pequeña, a la altura de las costillas. Se informó que su estado es estable, en el Hospital del Niño.
Junto a este sensible caso, podría decirse que los últimos días han sido violentos, mostrando un panorama preocupante en donde ni siquiera los agentes de los estamentos de seguridad se escapan.
VEA TAMBIÉN: ¡Fatal! Una mujer cae desde un edificio sobre el techo de una residencia en calle 73 San Francisco
En carne propia lo vivió el cabo segundo Marcos Medina, del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), cuando se dirigía a una tienda en Nueva Esperanza, en la 24 de Diciembre.
De pronto un sujeto abrió la puerta de su auto, lo golpeó en la parte posterior de la cabeza y luego le disparó en el costado izquierdo. La bala entró y salió, lo que le permitió al agente buscar ayuda por sus propios medios.
También el fin de semana, con menos suerte corrió un sujeto que fue encontrado sin vida en la vía Interamericana, por Chame, a la altura de Coloncito. El cuerpo presentaba una herida en el tórax y contusión en la cabeza.
De igual forma se reportó la muerte por herida de bala de una mujer en el sector de El Diamante, en Mano de Piedra, San Miguelito. La víctima caminaba junto a su hermana hacia un minisúper, cuando fueron sorprendidas por las detonaciones.
VEA TAMBIÉN: Personas muy cercanas al pastor en Chiriquí pueden estar enfrentando la justicia en los próximos días
Y para completar esta seguidilla de hechos de sangre de las últimas horas, en la madrugada de ayer el sonido de las balas despertó a los residentes de calle 17, Río Abajo.
En cuestión de minutos se desató una balacera que dejó los cuerpos de dos hombres tirados en la vía, y también a varios heridos.
Para el exdirector de la Policía Rolando Mirones, la inseguridad creciente está provocando que los ciudadanos dejen de hacer una serie de actividades, o reduzcan los tiempos fuera de casa, para evitar quedar involucrados en alguna situación violenta en la calle, lo que provoca también un impacto negativo sobre la economía.
Mirones lamentó que las autoridades de turno sean las únicas que no aceptan esta realidad y persistan en tratar de maquillar la realidad ante la población, con cifras sin sustento real.
"Este gobierno ha ensayado programas de seguridad sin objetivos precisos, sin atacar las causas de la violencia, y todo enmarcado en una gran improvisación y desorden", advirtió Mirones.