La familia, el Cupido de la India

En un país como la India, donde impera la tradición, la familia ocupa un lugar crucial a la hora de elegir pareja a los jóvenes casaderos mediante bodas concertadas, para lo que emplea desde anuncios en la prensa hasta agencias matrimoniales.

En el caso de la familia del veinteañero Shyam Kumar se recurrió al recurso clásico de investigar en el círculo social más próximo para encontrarle una esposa y, tras cotejar a 15 chicas, vio en la prima de una de las cuñadas del joven a la mujer ideal.

Desde que recibió la noticia, Kumar parece levitar por las instalaciones del centro educativo donde trabaja como conserje, una ensoñación que se ha acentuado últimamente porque, este domingo, se encontrará por primera vez con su futura esposa.

"Conoceré su nombre, podré hablar con ella a solas unos 20 minutos y tener su número de teléfono", explicó a Efe el joven, que tiene fijado el día de su enlace nupcial para finales de diciembre, y aseguró sentirse confiado en la elección de la familia.

La septuagenaria Shanti Rani se casó con 15 años después de que concertaran su matrimonio y afirmó convencida a Efe que éste es el mejor modo de casar a un hijo o una hija porque "las familias se ponen de acuerdo, algo que no pasa en los matrimonios por amor".

Un aspecto que se comprende si se tiene en cuenta que, según explica el escritor español Álvaro Enterría en su libro "La India por dentro", en este país "el matrimonio no es tanto una relación entre individuos como entre familias".

Una familia a la que no se puede contradecir porque, afirma Enterría, en un país donde el Estado no puede cubrir las necesidades de sus ciudadanos, los lazos familiares se erigen como el único subsidio de desempleo, seguro médico o modo de encontrar trabajo.

Algo que corroboró a Efe una de las directivas de la agencia matrimonial Sycorian, Rekha Vaid: "aunque los tiempos están cambiando, el 80 % de los jóvenes todavía prefieren que sus padres les encuentren una pareja, frente al 20 % que lo hace por amor".

Esta agencia localizada en el sur de Nueva Delhi -y existen decenas más tanto físicas como en Internet- cuenta, según Vaid, con 200 empleados y en 2011 reclamaron sus servicios unas 10.

000 familias, entre las cuales el 40% encontró pareja para sus vástagos.

La directiva explicó que los aspectos más tradicionales a la hora de buscar un candidato, como que sean de la misma casta, están cediendo terreno en la actualidad a matices más mundanos como el empleo, la educación o pedir simplemente que "la chica sea bonita".

Otro factor fundamental es que los astrólogos realicen una predicción sobre la compatibilidad entre los dos posibles desposables al escrutar fechas y horas de nacimiento.

Aishwarya -no es su verdadero nombre-, que tiene 23 años y es filóloga, afirma no creer en todas estas predicciones, aunque lo tiene muy en cuenta cuando administra los cientos de currículos que recibe con posibles candidatas a casarse con su hermano Rahul.

"Un trabajo a tiempo completo", bromeó a Efe Aishwarya en una céntrica cafetería de la capital india, donde subrayó que ha recibido más de 400 currículos por correo electrónico después de que su familia pusiera un anuncio en un periódico durante tres domingos alternos.

Según la joven, los requisitos de Rahul respecto a las chicas, al que se le permite tomar la decisión final, son "muy difíciles", y cuando queda con una "lo primero que pregunta es si le gustan los deportes y, si la respuesta es negativa, se niega a continuar".

Pero Rahul se encuentra en una situación privilegiada dentro de la sociedad india y fue él el que prefirió un matrimonio concertado a por amor, a diferencia de Aishwarya, que cree fundamental conocer y convivir con el otro y reveló que tiene un novio secreto.

"Casarme con este chico -de casta más baja- es como una rebelión", espetó Aishwarya.

Por Moncho Torres