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¡Traficantes del poder!
Silvio Guerra Morales - Publicado:
Viven al margen de los problemas nacionales.Para ellos, los dilemas sociales son normales y justifican por inercia los grandes cordones de pobreza y suelen recordarse que "siempre habrá pobres".Pésima interpretación, asistémica, de lo que dijo Cristo: "A los pobres siempre los tendréis".No necesariamente se refería a los pobres carenciados de dinero o de bienes.La pobreza a la que se refiere el Señor es la de espíritu y, consiguientemente, no hay duda en sostener que tenemos, entre nosotros, siempre a los pobres y miserables de espíritu.Existen abundantemente.Hacen filas en el mundo entero.Viven siempre marginados de las buenas ideas, de metas positivas y los arropa un terrible pesimismo por todo cuanto se haga, diga o planee.No en vano de ellos la sabiduría popular ha acuñado las expresiones: "no hacen ni dejan hacer", "no dan ni dicen dónde hay".Generalmente, estos congéneres permanecen inactivos y son, como algunas especies de animales, parsimoniosos, perezosos, comelones, trogloditas, ampulosos.En los años de gobierno en que el poder político no es ejercido por la facción o el partido al que pertenecen, esta especie de traficantes del poder adquiere un status holgazán, inactivo, reposador; ellos no trabajan, pues dicen "vivir de las rentas".Frente a quienes se manifiestan exigiendo mejores días para la Patria y denunciando, permanentemente, el reperpero interno, esta malévola clase de compatriotas advierten, fríamente, que se trata de "necios" que no tienen nada que hacer.Cuando el partido del cual son miembros aterriza en el poder político, se desempolvan, salen del letargo, entonces explican y replican y como si fuera un acto de misterio o de magia política -no he logrado entender este fenómeno- aparecen ocupando los principales puestos en la Administración Pública.Nunca dijeron nada; nunca se manifestaron por nada; nunca salieron a las calles a apoyar las causas populares; nunca llamaron a una radioemisora para protestar por nada; simplemente, para ellos el discurrir del tiempo significó bonanza y tranquilidad.Los panameños estamos cansados de las momias petrificadas, "tutankamónicas", "matusalenas", que se han aprovechado de la cosa pública para amasar grandes fortunas.Son ellos quienes consideran nuestros hombres y mujeres, a nuestro pueblo, como maulas del país.Desprecian a los humildes y a los menesterosos.¡Ay de ellos cuando tengan que rendir cuentas claras! Los traficantes del poder son seres miserables: suelen encaramarse sobre el trabajo y el esfuerzo de otros; viven arrimándose a los edificios en donde ejerce su trabajo el poder político; exigen, con tanto denuedo y autoridad, como si realmente disfrutaran de estos atributos; no les cuesta trabajo inventar la calumnia, fabricar la injuria, atribuir a otros seres inteligentes y capaces acciones y expresiones negativas en las que nunca han incurrido o han pronunciado con tal de indisponerlos.Su terrible naturaleza política pareciera obligarlos a indisponer a los hombres buenos por lo que no les cuesta mayor esfuerzo hablar mal del prójimo.Similares son a las mujeres de lengua lisonjera.¡Cuídese de ellos, como hombre de bien que es usted, señor Presidente¡ No se trague el cuento de los traficantes del poder de que Ud.ganó las elecciones por ser Martín Torrijos y que lo demás no cuenta.Sin duda, el Presidente electo tiene méritos propios de sobra, pero ello no fue todo.Diversas corrientes y fuerzas sociales convergieron, junto al PRD, para hacer realidad su arrollador éxito político.Lo que realmente aconteció el 2 de mayo fue el triunfo de los desesperanzados que quieren tener tan sólo una potencial esperanza; de los afligidos y golpeados de la Patria que quieren vivir mejores días; fue el triunfo de la decencia sobre la indecencia; de los desempleados sobre los que se empecinan en golpear cada día más a los pobres; de los profesionales sobre los ignorantes; en fin, sería larga la lista que hay que enumerar para hacer resaltar a los verdaderos triunfadores a fin de que no se deforme la realidad de las cosas.No se pueden menospreciar las fuerzas sociales que convergieron para derrotar a la mafia que se encuentra integrada por los traficantes del poder político.El sentido y el alcance de "Gobernabilidad" va más allá de la mayoría absoluta en una Asamblea Legislativa; de contar con mayorías alcaldicias o de tener un control absoluto en los diversos estamentos de poder.Se trata de asimilar la palabra con el vocablo "consenso social".El disenso democrático, en no pocas naciones, siempre ha demostrado ser la verdadera fuerza social porque ella suma a quienes no podrán estar conforme, jamás, con la corrupción, la chicana o la sinvergüencería de quienes están acostumbrados a vivir del poder y succionar de sus ubres el desarrollo de nuestros pueblos.Los factores reales del poder no se encuentran en ningún palacio presidencial o cualquier otra entidad estatal.Inclusive, ha sido superada esa clasificación de Ferdinand Lassalle, quien los reducía a factores formales como la Iglesia, los sindicatos, etc.Hay fuerzas sociales que están palpables y latentes en el seno de toda nación.Son las que revisten de real contenido a la palabra democracia.Ellas son el gran cauce que ningún dique formal puede contener cuando los problemas que padecen los sectores mayoritarios de la nación no encuentran solución ni respuesta alguna por parte del Gobierno.¡La gobernabilidad exige una sólida base de interlocutores sociales, al mejor estilo del trorrijismo!El arte de gobernar demanda mesura, prudencia, sabiduría, pero sobre todo voluntad de amar al pueblo que quiere creer en sus gobernantes.La tarea es sencilla: querer hacer las cosas bien.Martín Torrijos tiene un reto: demostrar que quiere cambiar el estado putrefacto de cosas en el que se encuentra inmersa la nación.No a los traficantes del poder político.¡Amanecerá y veremos!(stekrakri@hotmail.com)