PANAMÁ
En la homilía en Atalaya, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, hizo un llamado a los líderes sociales de anteponer los intereses particulares.
Desde antes de los carnavales los peregrinos comenzaron su viaje para visitara a Jesús Nazareno de Atalaya. Foto. Melquíades Vásquez
Viva Cristo, viva Jesús Nazareno, se escuchaba a varios kilómetros de distancia, el grito de los miles de peregrinos al ver a la imagen del cristo milagroso salir de la puerta principal para recorrer las calles del distrito de Atalaya.
Centenares de peregrinos entre lágrimas, otros sentados y hasta de arrodillados observaron el paso de la romería del hijo de Dios.
Todo un pueblo lleno de fe y devoción daban gracias por haber permitido que los panameños hayan retornado después de dos años de pandemia a Atalaya.
Sin duda fueron centenares de peregrinos, devotos y creyentes los que estuvieron concentrados en Atalaya desde hace varios días, para estar con el milagroso Cristo Jesús Nazareno, así participar de la romería en las principales calles de este distrito y para escuchar las oraciones encomendadas a la reflexión en tiempos de cuaresma.
En la homilía de la santa misa en Atalaya, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, hizo un llamado a los líderes sociales de Panamá en Atalaya, de anteponer los intereses particulares y ver la política como una vocación de servicio y evitar caer en la trampa.
De igual manera, el arzobispo de Panamá hizo un fuerte llamado para la recomposición de la familia.
Destacó que resultado de lo que se vive en Panamá es el reflejo del núcleo familiar, la primera escuela de humanización y respeto hacia los demás, indicó monseñor José Domingo Ulloa.
"La familia ha dejado de asumir su papel de educadora, tenemos muchos padres permisivos", sentenció Ulloa.
Ulloa destacó entre los miles de peregrinos que asistieron al primer domingo de Cuaresma que “hoy, los panameños, sufrimos la carencia económica, social, cultural, política, de paz, amor entre otros que puede superarse con el esfuerzo de cada uno de nosotros”.
También sostuvo que “no hay duda de que los peregrinos provenientes de todo el país y del extranjero, después de dos años de la pandemia de covid-19, han demostrado una vez más que la fe sigue aumentándose, pues aquí, en Atalaya, se siente esa empatía desde mucho antes de la entrada de los tiempos de cuaresma”.
En tanto de rodillas permanecieron muchas personas que llegaron ante la imagen de Jesús Nazareno, algunos en agradecimiento por un favor ya concedido.
Otros piden al santo para que mejore sus condiciones de salud o para que los ayude a resolver un problema difícil, entre otras peticiones.
Isidro Ortiz, fiel creyente en Jesús Nazareno de Atalaya, comentó que los miles de peregrinos en Atalaya, llegaron para participar de la romería sin importarles lo difícil que es en estos momentos soportar el golpe de calor, la falta de agua y otras incomodidades, sin embargo, eso es parte de las penitencias para llegar a la imagen del milagroso cristo.
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